Previsión El tiempo en Sevilla para este Viernes Santo

La ciudad y los días

Carlos Colón

ccolon@grupojoly.com

Estampas de Orfila a Feria

Hoy amanece la Esperanza en su palio y al anochecer el Señor del Silencio llenará un vacío que solo Dios colmará

Viernes, cinco de la tarde. De la capilla de los Panaderos, cuyo zócalo están pintado porque estos días Sevilla todavía es un pueblo, sale un cálido perfume a cera derretida que recuerda la gloria de un palio en las primeras horas de una tarde calurosa de Semana Santa tardía, blanda la cera, exhaustas las flores entre las que vuelan abejas, el faldón delantero alzado por los manigueteros. Está fundiéndose la cruz de San Andrés que arderá ante la Virgen de Regla.

A esa misma hora Herodes ladea y alza la cabeza buscando al Señor del Silencio sin encontrar el objeto de su desprecio, que está conmovedoramente solo en el presbiterio, aguardando la apertura de su besamanos. En la penumbra solitaria de San Juan de la Palma su túnica blanca, bañada por la luz que baja desde la ventana alta del presbiterio, tiene un resplandor eucarístico. El sonido del cerrojo de la cancela y de la puertecita que está junto a la ojiva rompe un silencio que el eco lejano de la calle hace aún más denso. Entran el hermano mayor, el prioste y el florista para disponerlo todo.

Calle Feria arriba, a la Esperanza el camarín se le hace cárcel desde que ha visto el paso, cuyo orgulloso brillo restaurado se humillará en cuanto lo habite la luz eterna de su cara. Cuando el domingo se aparezca sobre él será la Basílica su prisión; porque una vez que pisa paso, la Esperanza quiere calle, bulla, lágrimas, piropos, oraciones, manos que rocen sus respiraderos para después santiguarse, niños que la vean por vez primera y ancianos que ante Ella vuelvan a ser los niños que fueron porque a esta Virgen -y esto solo los años lo enseñan- siempre se la ve por vez primera.

Cae la tarde del viernes en San Lorenzo. En la Basílica se reza el Vía Crucis que en Cuaresma sustituye al Miserere. Se apaga despacio, en tonos que van del azul San Esteban al azul Hiniesta y de este al azul Carretería, el largo día que prendió su luz primera del altar de quinario del Señor del Gran Poder la noche del seis de enero, cuando se inició el camino que culminará con la bajada del Señor el Viernes de Dolores y la apertura de su besamanos la medianoche del Sábado de Pasión.

Hoy amanece la Esperanza en su palio, al anochecer el Señor del Silencio llenará en su paso un vacío que solo Dios puede colmar y Feria quedará dispuesta de una punta a otra. La Semana Santa nació allí, una primavera de 1340. Y se nota.

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