Hoja de ruta

Ignacio Martínez

La Europa de Francisco y Alejandro

SIGO con perplejidad la campaña de las elecciones europeas. No hay por parte de socialistas o populares ni una idea sobre el futuro de la Unión, aparte de que ambos son partidarios de que siga como presidente de la Comisión Durao Barroso, cuya gestión ha sido deficiente. Ayer en el mitin del PSOE Zapatero volvió a insistir en el moderno mensaje de que esta crisis es culpa de Bush, Aznar y sus amigos neoconservadores. Y Leire Pajín sigue con la perra de que el PP nos metió en la guerra de Iraq. Estuve en contra de esa guerra, pero no podemos seguir hablando de lo mismo ¡seis años después! Por su parte, Rajoy, para no ser menos, también tiró ayer de su fondo de armario favorito: Zapatero es incapaz de sacarnos de la crisis y España no puede seguir así. La cosa no da para más.

El sábado se celebró el día de Europa, en recuerdo del 9 de mayo de 1950, cuando el ministro de Exteriores de Francia Robert Schumann propuso la creación de la Comunidad Europea del Carbón y del Acero. La Guerra Mundial había producido entre 1939 y 1945 en suelo europeo 36 millones y medio de muertos, civiles más de la mitad. Así se entiende que Schumann iniciara su discurso proponiendo la integración europea en nombre de "la paz mundial".

Con motivo del día de Europa, el Consejo Andaluz del Movimiento Europeo concede unos premios a andaluces destacados por su europeísmo. Este año el Premio Blanco White ha sido para dos ilustres malagueños, el presidente de la Audiencia, Francisco Arroyo, y el decano de Derecho, Alejandro Rodríguez Carrión. En el acto de entrega, en el Ayuntamiento de Málaga el sábado, Arroyo recordó que a diario los magistrados españoles luchan contra la delincuencia organizada y el blanqueo de capitales, resuelven litigios conyugales de matrimonios con dos nacionalidades, dictan sentencias sobre secuestro de menores por los propios padres con desplazamiento a otro estado, emiten órdenes europeas de detención, estudian insolvencias de empresas con intereses en varios estados comunitarios... Ésta es la Europa real.

Como la del Derecho, al que ha dedicado toda su vida docente e investigadora Rodríguez Carrión dilecto discípulo del profesor Carrillo Salcedo, en cuyo departamento de Derecho Internacional Público trabajó en Granada, Madrid y Sevilla, antes de ser catedrático en Málaga. Además de sus muchos méritos académicos, en Alejandro destaca su dedicación particular a la defensa de los pueblos más débiles del planeta. Sencillamente porque tienen los mismos derechos que los más fuertes. Estos valores de la civilización, las libertades y la paz son los que Europa representa en el mundo. Ésa es la Europa de Francisco y de Alejandro. Me gustaría notar antes de que termine la campaña, que es también la de nuestros dirigentes políticos.

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