EL Concierto de Año Nuevo en Sevilla lo protagonizan tres tenores y una soprano. Uruñuela, Del Valle, Rojas Marcos y Becerril, juntos excepcionalmente, para que el Ayuntamiento no le cante las cuarenta al Maestranza y a la Sinfónica. Ni Danubio azul ni Marcha Radetzky, el repertorio es la memoria histórica de la Maestranza de Artillería: afinar los cañones de la Obertura 1812 de Tchaikovsky (que evoca la lucha contra los ejércitos napoleónicos) o de la Sinfonía n.7 de Shostakovich (la heroica defensa de Leningrado frente a los nazis) para apuntalar los dos pilares de la vida cultural sevillana que generan más valor añadido, cuantitativo y cualitativo.

Seguir tratando a la cultura como una maría tanto en la prosperidad como en la recesión es una pésima tarjeta de presentación para la pseudo izquierda oficial. No aprenden ni de Suecia ni de Cuba. Qué diría Maribel Montaño si los tijeretazos los ejecutara Zoido. ¿Por qué ella no es capaz de lograr más recursos? No le pagamos para que tramite lo obvio.

Se equivocan quieren consideran que, dada la asfixia presupuestaria del Ayuntamiento, es elitista evitar los recortes a Maestranza y Sinfónica. Sabemos de sobra en Sevilla que reducir la cantidad y calidad de su programación no garantiza coberturas sociales y estructuras culturales ni en Valdezorras ni en La Bachillera. Al contrario, durante 19 años se ha subido a golpe de batuta el listón de la ciudad y se ha tirado hacia arriba de la oferta y de la demanda. Ha hecho a Sevilla más exigente consigo misma y más competitiva culturalmente. Defender al Maestranza protege también a los museos, los festivales, los teatros, etc.

Cuando sólo les importa ocupar el poder y mantenerse en él, les faltan luces para adoptar medidas que no suponen sobrecoste. Tendrían que sudar la camiseta para que la Sinfónica multiplicara por dos su número de abonados y se agotaran las entradas en taquilla para sus conciertos. Ponerla de moda en todos los barrios que ahora están a tiro de Metro Puerta Jerez para que los vecinos de Amate o Rochelambert sintieran el orgullo de ser Ciudad de la Música, y no limitarse a conocer que ha tocado en Viena.