Las empinadas cuestas

amparo / rubiales

Extraordinario congreso

EL congreso del PSOE-A ha sido extraordinario, porque lo requerían sus Estatutos, y por razones políticas y personales. Susana Díaz dice en uno de sus discursos, hizo tres, brillantes y apasionados, que "por encima de la política somos personas y nos merecíamos un congreso como éste".

Ha habido, resumo, tres protagonistas: Andalucía, y la búsqueda de soluciones a los problemas de la gente, Pepe Giñán y Susana Díaz, que han conseguido una unidad y renovación en el PSOE-A tan grandes como nunca habíamos soñado. Si el PSOE está unido y es fuerte responderá mejor a las necesidades ciudadanas. Griñán lo sabía, y, con gran generosidad, lo ha hecho posible. Susana lo entendió y está cumpliendo ese sueño de renovar para que la dirección de la sociedad responda a la mayoría social, que no es la de la generación de la transición. Algunos hemos durado mucho, más los hombres que las mujeres, y era necesario hacer lo de Griñán: "Saber medir los tiempos y no anticipar las estrategias hasta que las vayas a desarrollar". Lo hemos cumplido con democracia, sin ningún "dedo designador". Susana ha conseguido, en pocos meses, el apoyo casi unánime de una gran organización y Griñán ha sido, el presidente y secretario general que ha hecho posible el cambio para que ella asuma las nuevas responsabilidades orgánicas e institucionales.

La intervención de Griñán es una pieza política cuya lectura recomiendo; es difícil de sintetizar, sólo recogeré esto: "Su condición de mujer no es irrelevante. Y mucho menos en tiempos como los actuales en que se está organizando una brutal ofensiva neoconservadora que pretende volver a aquellos años de plomo en los que la mujer estaba sometida al varón. Las mujeres sois la mitad de la población y habéis estado excluidas de lo público durante siglos. No ha habido en términos históricos una exclusión tan injusta como ésta, y, además tan estúpida y tan ineficiente, porque privaba a la sociedad de la aportación de millones de mujeres. Muchas se quedaron en el camino agotadas de tener que superar tantos obstáculos y de subir cuestas tan empinadas".

Hemos hecho un cambio de generación y de género importantísimo, que "ha de entenderse como la renovación necesaria para fortalecer nuestra unidad y nuestro compromiso". He querido seguir su ejemplo personal y político, porque sé necesario que otra generación asuma la primera línea política. Hoy podemos decir que el futuro tiene nombre de mujer.

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