El compositor alemán Karlheinz Stockhausen, uno de los más influyentes del siglo XX y reconocido mundialmente por su trabajo pionero en el campo de la música electrónica, murió el pasado miércoles a los 79 años de edad en la localidad de Kürten-Kettenberg, cerca de Colonia (en el oeste de Alemania), según anunció ayer la Fundación Stockhausen para la Música. Su mujer, Mary Bauermeister, añadió que murió en su domicilio tras una corta enfermedad.

Considerado como uno de los compositores más importantes de la segunda mitad del siglo XX, Stockhausen, nacido el 22 de agosto de 1928 en Kerpen-Mödrath, cultivó ante todo la música de vanguardia. Conocido también por sus excentricidades, el músico generó en 2001 un notable escándalo al calificar los atentados contra las Torres Gemelas de Nueva York como "la máxima obra de arte que se haya producido jamás".

No obstante, antes de ese desliz -que lo convirtió en blanco de multitud de críticas- Stockhausen no se había destacado por declaraciones explosivas, sino por ser el autor de una música que se convirtió en símbolo de ruptura con los modelos clásicos de la música académica. Desde sus trabajos para instrumentos solistas a los grandes montajes mezclando ópera, danza y mimo, Stockhausen aseguró que pretendía despertar "una consciencia completamente nueva" en oyentes e intérpretes. "Cualquier sonido puede llegar a ser música si está relacionado con otros sonidos... Cada sonido es valioso y puede llegar a ser hermoso si se coloca en el sitio adecuado y en el momento adecuado", declaró.

El compositor nunca abandonó del todo los instrumentos tradicionales, pero los combinó siempre con recursos propios de las nuevas tecnologías. Estudio primero en Bonn Ciencias de la Comunicación y Fonética, carrera que en la universidad de esa ciudad alemana está centrada en el uso y las posibilidades de las nuevas tecnologías. Luego viajó a París donde, en 1952, fue discípulo del compositor Oliver Messiaen, una de sus primeras influencias importantes al lado de Anton Weber. Al regresar a Alemania, en 1953, participó en la fundación del Estudio de Música Electrónica de Colonia. Ese estudio fue importante también para otros cultivadores de la música electrónica, como fue el caso de John Cage.

La obra de Stockhausen tiende a mezclar los recursos de la música tradicional con los de la electrónica. Así, por ejemplo, en Gesang der Jünglinge (1956) la voz de un joven se mezcla con sonidos electrónicos que salen a través de cinco altavoces independientes.

El compositor, autor de 362 obras publicadas, tuvo su momento de mayor prestigio en la década de los 70, aunque posteriormente siguió produciendo obras significativas como Stimmung (1986) en la que seis voces exploran durante setenta minutos las diversas posibilidades de un solo acorde.

El entierro se celebrará el jueves de la próxima semana en la más estricta intimidad.