ES asombrosa la cantidad de filósofos y pensadores que hay repartidos por el mundo. Lo mejor de todo es que no se aprecian a simple vista. A veces, uno va a comprar el pan y no es consciente de que tras la fachada de adorable vendedor se esconde todo un Paulo Coelho en potencia. Eso es lo bueno del filósofo 2.0, que puede ser cualquiera y encontrarse en cualquier lugar. El único nexo que comparten estos peculiares y cada vez más extendidos especímenes es el lugar en el que comparten sus más que relevantes reflexiones: las redes sociales.

Por aquello de los caracteres y el límite de espacio, su plataforma preferida suele ser Facebook. Allí lanzan sus elucubraciones, cual mensaje en una botella, esperando la aceptación de su foro o buscando crear debate entre sus seguidores. El neofilósofo se sabe importante y toma como misión ser el gurú vital de aquellos que viven su particular psicodrama y son incapaces de poner en palabras lo que por sus cabezas pasa. Como una especie de manual de autoayuda, estos Paulos Coelhos comparten sus reflexiones día sí y día también. Ellos tienen para todo. Que te ha dejado tu novio. Ellos te recomendarán no llorar para que tus lágrimas no te impidan ver las estrellas. Que tu vida es un estrés continuo y estás al borde del infarto. Ellos te hablarán de un tarro de cristal con piedras, arena, agua y no sé cuántas cosas más para concluir que lo importante es el agua. Que te han despedido y tienes tres bocas que alimentar y una hipoteca que pagar. No hay problema. Ellos te dirán que las flores más bonitas florecen en las adversidades.

Los muchachos son la Wikipedia de las grandes problemáticas de la humanidad. Y, no sé a vosotros, pero a mí me encanta leerlos porque, a veces y entre consejo, reflexión y duda metafísica, te sueltan una frase del tipo: "noche de desenfreno, mañana de ibuprofeno". Y claro, a ti se te olvida que te ha dejado tu novio, que te va a dar un infarto y que eres uno más en la lista del paro.

Tags

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios