Visto y Oído

francisco / andrés / gallardo

Filósofos

LA 2 de Antonio Sempere es ese botón del mando que se pasa deprisa en el sofá aunque siempre, si se la da margen, interesa lo que cuenta la 'segunda cadena', náufraga de servicio público en la TDT. Aunque sus contenidos, esos programas que requieren una dosis mayor de concentración, se pueden ver en cualquier momento en internet, hay espacios que se deben ver a su (intempestiva) hora para valorarlos en su medida exacta.

Este domingo regresaba Pienso, luego existo, droga dura de La 2. Un espacio de filosofía creado por una productora especializada en humor independentista catalán, Minoría absoluta, y que repasa a los lumbreras mejor amueblados del país (en este caso, España). En la medianoche del domingo un programa de filosofía se convierte en un sosegado embarcadero para rematar el fin de semana. Su tono ligeramente pedante (sí, también hay que reconocerlo) puede apagar los párpados y un aluvión de ideas termina desconectando una mente cansada al cabo de unos minutos. Pienso luego existo no es de esos programas que den pie al tuiteo o a compaginarlo con otros quehaceres. Requiere atención, bastante, pero la recompensa del espectador es reconfortante.

En su repaso del pasado domingo José Antonio Marina exhortaba a que los ciudadanos deben desarrollar un pensamiento crítico, ahora que todo parece que se sucede tan deprisa, cuando cada palabra busca un efecto emocional rápido. Rafael Argullol opinaba que la contención nos hace más libres que la posesión; y Punset proclamaba que la ciencia nos aporta una necesaria incertidumbre en un mundo de dogmas. Lo dicho. Droga dura. Lo que ya no se oye en el resto de canales.

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