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DERBI Sánchez Martínez, árbitro del Betis-Sevilla

La tribuna

luis Hurtado González

Fuerzas Armadas, opinión y libertad

HACE días fue destituido el general director de la revista Ejército por publicar ésta una crítica a "la política soberanista del presidente de Cataluña", decisión que fuentes del Ministerio de Defensa ligan, no al "contenido del artículo, sino al hecho de tratar asuntos de carácter político desde un órgano oficial del Ejército". La noticia corrió por foros y tertulias, con posturas encontradas, entre ellas la de que los militares no pueden expresar opiniones políticas. Pero no es la primera vez que un militar se pronuncia públicamente en favor de la unidad de España y sobre las vías legales que existen para defenderla. Por lo que es sobre este tema, y no en abstracto, sobre el que hay que plantear si los militares pueden o no opinar.

Quienes responden que no citan la Ley de Derechos y Deberes de los militares que, pese a reconocerles "libertad de expresión", impone un absoluto "deber de neutralidad política" y prohíbe "pronunciarse públicamente" y "efectuar propaganda a favor o en contra de los partidos políticos… referendos, consultas o programas u opciones políticas". No está diciendo, pues, que el militar no pueda expresar opiniones políticas. Lo que no puede es pronunciarse a favor o en contra de, en resumen, "opciones políticas".

Que no es lo mismo. Porque, si bien se piensa, la opinión política lo abarca todo, hasta la más simple decisión municipal sobre dónde colocar un semáforo. Y, en tal caso, los militares no podrían opinar sobre nada, con lo que su "libertad de expresión" (derecho que posibilita la crítica y versa, por excelencia, sobre la política, no sólo sobre fútbol y toros), ese derecho, digo, estaría completamente vacío de contenido. El sentido común lleva, entonces, a que la expresión legal "opciones políticas" tiene un significado más reducido. Y creo que se puede estar de acuerdo en que lo que impide es la manifestación pública respecto de las propuestas ideológicas o partidistas que los ciudadanos puedan lícitamente elegir, votar, frente a sus contrarias o diferentes.

De aquí que la pregunta no sea si el militar puede o no manifestar opiniones políticas, sino si la unidad de España y los medios para su preservación son una de esas "opciones políticas" a las que no llega su libertad de expresión. Y respondo que si algún momento pasado esa unidad fue una opción política, dejó de serlo una vez elevada a la categoría de norma constitucional, de modo que todo lo que se diga en el sentido por ella apuntado ya no será opinión, sino simple manifestación de la legalidad constitucional vigente. Ocurre esto, por ejemplo, con la igualdad entre hombres y mujeres: durante mucho tiempo y en muchos sitios fue una simple opción política; hoy y aquí, una vez asumida por la Constitución, ya no. De manera que la defensa de la igualdad de sexos se convierte en mera manifestación de lo que la Constitución ha consagrado como un valor firme e inatacable. Y a nadie se le ocurrirá decir que el militar no puede públicamente pronunciarse en favor de semejante valor.

Lo mismo sucede con la unidad de España, que tampoco es una opción política, sino fundamento de la propia Constitución, que dice encontrarlo en "la indisoluble unidad de la Nación española, patria común e indivisible de todos los españoles". Así que todo pronunciamiento en su favor es una afirmación de compromiso con la legalidad constitucional vigente, no sólo no prohibida a los militares, sino inexcusable deber de las "Fuerzas Armadas", cuya "misión" incluye "garantizar" la "integridad territorial y el ordenamiento constitucional". Más cuando la Ley de Carrera Militar exige declaración pública y solemne al respecto ("¡Soldados! ¿Juráis o prometéis… guardar y hacer guardar la Constitución? ¡Sí, lo hacemos!").

Por tanto, cualquier opinión sobre los procedimientos que, dentro de la Constitución, existan para asegurar la unidad de España entra en el campo del debate jurídico y es, pues, una opinión de esta naturaleza, y no política, que los militares pueden expresar. Como pueden, en uso de su libertad de expresión, criticar cualquier política, cualquier opción, rupturista de la Constitución. Porque si es rupturista, sencillamente no es una opción política. Sí lo sería, y los militares no podrían pronunciarse sobre ella, la propuesta de una modificación dirigida a borrar del texto constitucional la mención a la unidad de España. Pero no es esto lo que el señor Mas ha propuesto ni por lo que se le ha criticado. Su propuesta es la separación unilateral de Cataluña: la ruptura de la Constitución, en suma.

¿Cómo no va a poder un militar pronunciarse sobre esto si es precisamente lo que ha jurado o prometido guardar y -obsérvese- hacer guardar?

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