ANTÍDOTO magnífico para la situación de los notarios, que a ver quién iba a imaginarse jamás que el sector también sería víctima de la crisis, de esa puñetera crisis que nació como una simple desaceleración. Algún amigo notario me confesaba que los legajos no aumentan ni por casualidad, que se siguen levantando actas pero que no se firma una escritura de inmueble ni por casualidad. Y en este tiempo de mohína incluso para una aristocracia tan exclusiva como la de los notarios ha venido Gallardón a darle una ayudita. Ahora, si no ha pendencia por medio bastará con ir al notario para divorciarse. Con esa medida, el alivio en los juzgados será considerable y el colapso actual será paliado por mucho que cada tarde en Tele 5 no cesen de amagar con poner el asunto de los cuernos o de la calumnia en manos de sus abogados para que los juzgados estén hasta la corcha por culpa de la telebasura.