DESPROTEGIDOS nos sentimos por lo que significa circular de noche por esas calles que parecen cementerios, desiertas y con los mejor de cada casa asomando por las esquinas. Pero esa sensación de desprotección se multiplica cuando se hace público el número de agentes del orden que velan en una ciudad de setecientos mil habitantes. Pavorosa noticia la que ayer venía en los papeles y que habrá elevado el ánimo de la población delincuente, de una población que puede venirse más arriba de lo que está al rebufo de esa nueva que nos hace saber que únicamente una media docena de policías municipales vigilan estas noches tan calurosas, de balcones de par en par y ventanas abiertas como antídoto a las calores. ¿Y lo de que durante la Velá, la ciudad se quedó aún más desprotegida en beneficio de Triana? Ya digo; habrá que ver qué efecto ha causado la especie entre la delincuencia militante.