EN un solo fin de semana han muerto en Andalucía tres mujeres víctimas del virus de la gripe A, con lo que el número de fallecimientos por esta causa en nuestro país se eleva ya a 15. Según la Consejería de Salud, todas las fallecidas padecían alguna patología previa, aunque en el caso de Najat Eddahiri no se le había diagnosticado la hepatitis hasta el momento de su ingreso en el hospital sevillano de Valme. La titular de Salud, María Jesús Montero, ha solicitado tranquilidad a la ciudadanía porque, a pesar de la rapidez con la que el virus se ha extendido, el 95% de los casos evolucionan favorablemente y porque el sistema sanitario andaluz está "tensionado" para aplicar los protocolos dictados por las autoridades sanitarias internacionales. En Andalucía, la incidencia está siendo un poco más elevada que en el conjunto del país, con 44,2 casos por cada 100.000 habitantes, lo que implica algo más de 3.650 casos confirmados en toda la comunidad. Lo que las autoridades sanitarias esperan, sin embargo, es que sea a partir de ahora cuando comience a atisbarse cuál será la verdadera extensión de la enfermedad: en otoño bajarán las temperaturas, llegará la gripe estacional y la población escolar retornará a los colegios. Cabe exigir a la Consejería de Salud que no sólo aplique los protocolos consensuados, sino que no escatime esfuerzos en explicar e informar a los andaluces el alcance de la pandemia y las peculiaridades de la enfermedad. Mientras no esté disponible una vacuna eficaz, la Consejería debe aumentar las campañas de información a la población, no sólo con carteles, sino con programas más amplios de divulgación que formen a la población. Otro problema del que muchos profesionales de la Salud vienen advirtiendo es del efecto que la expansión de la gripe A va a tener sobre los servicios de Urgencias de los hospitales. Si ya con la gripe estacional, éstos solían colapsarse en determinadas fechas del otoño, es fácil imaginar qué puede ocurrir en octubre o noviembre. La Consejería también debe contar ya con un plan para evitar el caos en las urgencias, y la información y la atención en los centros de salud son instrumentos con los que debe contar para evitar el colapso.