Hace bastante que lo vengo escuchando y, seguramente, a nadie del sector pille de sorpresa el que, en este espacio, salga la noticia de que, para la inauguración del próximo Salón Internacional de la Moda Flamenca, no esté prevista la presencia de Vicky Martín Berrocal. Al menos no como diseñadora puesto que, según el rumor extendido, la ex mujer del Cordobés -y diseñadora-, ha decidido que, este año, abandona este carro y se sube al de la feria que, en Jerez, se viene celebrando desde hace algunos años y que, con el traje de gitana también como gran protagonista, ha ido ganando adeptos edición tras edición.

El caso es que, aunque hayan sido tres o cuatro temp oradas tan sólo en el Simof -siento que la memoria no me responda lúcidamente-, la sevillana ha logrado que, su impronta sea bastante difícil de olvidar por dos razones fundamentales: primero, por la presentación de unas colecciones que han sido muy aclamadas y que han recogido los aplausos tanto de crítica, como de público y, segundo, porque, si hay algo que esta mujer sabe, es rodearse bien y, contando con multitud de rostros conocidos invitados, como Marta Sánchez, Boris Izaguirre o Mario Vaquerizo, el marido de Alaska, ha captado la atención sobre un evento que, no obstante, no deja de ser la cita del sector más importante de la actualidad.

Sea como sea, y sea donde sea, seguiremos acudiendo, como seducidos por Hamelín, a la llamada de "la" Berrocal quien, estoy convencido, volverá a sorprender con unas ideas de la que es un alma tremendamente apasionada. Claro que, la cita de la capital hispalense -que, por cierto, tendrá lugar a finales de mes- no se queda ni mucho menos vacía y, como primer "plato fuerte", se espera la presencia de una experta en estos terrenos como es mi querida Pilar Vera. Ésta, que ya ha dado un completo avance de sus nuevas creaciones en el pasado certamen de Miss Sevilla, tendrá sobre sus hombros la responsabilidad de inaugurar cuatro días a la altura, en moda, del resto de las grandes pasarelas de nuestro país. Sólo queda desear... ¡suerte, maestra!