LA Bolsa española ahondó ayer en el batacazo que ya sufrió el viernes, el más abultado desde febrero, y volvió a perder un 2,2% y el nivel de los 8.400 puntos, arrastrada por la inestabilidad del petróleo y las dudas sobre la economía global que animan a los inversores a vender, según expertos.

En el peor arranque semanal de los últimos cuatro meses, el Íbex 35 retrocedió 186,7 puntos, ese 2,2%, hasta los 8.303,8 puntos, lo que le sitúa en sus cotas más bajas desde principios de abril y amplía sus pérdidas acumuladas en lo que va de año hasta el 13%. En el Viejo Continente, con el euro ligeramente al alza hasta 1,129 dólares, también el resto de grandes plazas registraron caídas; Milán, el 2,91%; París, el 1,85%; Fráncfort, el 1,80%; el índice EuroStoxx el 1,67 % y Londres, el 1,16%.

Los mercados europeos se desinflan a la vez que aumenta la publicación de encuestas que dan como ganadora a la opción del 'brexit'. Sin embargo, Londres el que mejor aguanta el tipo, lo que se debe a la caída de la libra, una tendencia que sería mucho mayor si finalmente se produce la salida del Reino Unido de la Unión Europea.

Una muestra de la tensión en los mercados fue la suspensión de la cotización de cuatro bancos en la Bolsa de Milán, al caer todos ellomás del 4%.

En España, el Íbex 35 bajaba ya en la apertura más del 1,5% y se colocaba por debajo de los 8.400 puntos, con el barril de petróleo Brent, el de referencia en Europa, a la baja y a punto de perder la barrera psicológica de los 50 dólares. Los cierres de las plazas asiáticas tampoco invitaban al optimismo: Tokio se ha dejado hoy el 3,51% y Shanghái, el 3,21%. En el selectivo español, ninguno de los valores se ha salvado de las pérdidas. Sacyr fue la compañía que más se desplomó, el 6,75%; seguida de Banco Popular, que lo ha hecho el 4,23%.