TIEMPO El tiempo en Sevilla pega un giro radical y vuelve a traer lluvias

Desde mi córner

Luis Carlos Peris

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Kubala y aquella tarde copera en Nervión

Sus compatriotas de Madrid recuerdan estos días la figura irrepetible de Ladislao Kubala

Están los húngaros que viven en Madrid recordando estos días la memoria de Ladislao Kubala y ya la simple figura del extraordinario futbolista que fue el magyar nos acarrea una catarata nostálgica. Kubala fue el primer futbolista al que seguí con admiración. En aquellos primeros años de la década de los cincuenta y cuando aún no había llegado Di Stéfano ni aparecido Del Sol, Laszy fue un ídolo que me encandiló la primera vez que lo vi.

Fue en su debut en España tras haber driblado una enorme cantidad de obstáculos que le venían de detrás del Telón de Acero, de su tierra. Había huido del comunismo en una aventura llena de peripecias peligrosas y que sería novelada para la película Los ases buscan la paz. Kubala, en aquel partido copero de abril de 1951, formando ala con el grandísimo Estanislao Basora hizo enmudecer Nervión mediante un repertorio futbolístico desconocido hasta entonces en nuestro país.

Lo recuerdo todo como en una nebulosa procedente de mi cortísima edad, pero no se me olvida cómo eludió la barrera con un golpeo insólito para que el tiro franco se estrellase en el larguero ante la atónita mirada de José María Busto. Kubala era mi ídolo a pesar de que lo vería jugar muy poco, ya que un pique con Fernando Guillamón aquella tarde del debut iba a provocar que en adelante se quitara del cartel cada vez que el Barça venía a Sevilla, que mejor prevenir que curar.

Cuando en el 53 llega Di Stéfano a España, los gustos de la época se bifurcan en ambas direcciones con un punto en común. Si el Madrid hubo de ampliar Chamartín al conjuro de la Saeta Rubia, el Barça no tuvo más remedio que hacer un campo nuevo y sustituir Les Corts por el Camp Nou por culpa de Kubala. Los descendientes de aquellos húngaros que tanto le debieron recuerdan ahora que fue un hombre generoso en su bohemia golfa y un futbolista de época.

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