La ciudad y los días

carlos / colón

Lección de Humildad y Paciencia

NO es de madera, sino de papelón. Salvo su dulcísimo rostro, está toscamente modelado. Hasta que en 1613 se unió a la cofradía del Subterráneo no recibía culto en ninguna iglesia sevillana, sino en los extramuros del apartado Hospital de San Lázaro que albergaba a los leprosos. La modesta imagen de los más desdichados.

Y sin embargo… En nuestra Semana Santa no existe una imagen más conmovedoramente expresiva, que mejor represente lo que según San Juan Crisóstomo dijo Dios al encarnarse para asumir como también suyo el dolor del hombre: "Yo estoy entretejido contigo. No quiero que en adelante haya nada en medio de nosotros: deseo ser uno contigo". En el siglo XVI alguien modeló esta pequeña imagen para que los leprosos vieran a Cristo entretejerse con ellos, como uno de ellos. Su espalda, tan cruelmente llagada por los latigazos, podría ser la de un leproso. Su gesto de total abatimiento y abandono podría ser el de quien ya nada espera, sólo humillación, dolor y muerte.

Y sin embargo… Es Dios. Por eso es una imagen sagrada. No se caiga en el frecuente error de confundir excelencia artística con filigrana o virtuosismo. Las obras de arte no son huevos de Fabergé. Y menos si se trata de arte religioso, caso en que el virtuosismo no pocas veces ha malogrado las imágenes restándoles devoción al sumarles filigranas. Hay en Humildad y Paciencia una expresividad que da a la rudeza de su ejecución un poder de conmoción -de conversión- de la que obras más hábilmente ejecutadas carecen.

El artista que lo modeló logró expresar todo el dolor del mundo cayendo de golpe sobre Dios, abrumándolo pero también dándole un conocimiento del hombre que hasta entonces no tenía, a la vez que al hombre le daba un conocimiento de Dios del que hasta entonces carecía. Y al lograrlo le dio a la Semana Santa su más desolada imagen. El cáliz rebosa. Está harto y cansado. No puede más, no espera nada. Pero a quien lo contempla le da razones para soportar y esperar. ¿Es una imagen menor la que logra expresar este misterio?

Escribió monseñor Óscar Romero: "La pasión del mundo es lo que da realismo a la de Cristo; y la cruz de Cristo es lo que confiere radicalidad teologal a la del mundo. Cuando en las procesiones se saca al Cristo doliente, con Él van millones de seres humanos". Representar esto hace la grandeza de este pequeño, devoto, emocionante y querido Señor humilde y paciente.

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