Previsión El tiempo en Sevilla para este Viernes Santo

Lecciones francesas

Cabe pensar que las reflexiones de aquellas combativas noches están ahora surtiendo efecto

El pasado sábado, 1 de abril, en la plaza de la República, en París, y en otras ciudades francesas, se ha recordado que un año antes había cobrado vida un espectáculo multicolor, cargado de expectativas, ebullición e ilusiones. La denominación de Nuit debout, le encajaba bien y de forma metafórica podría traducirse: "En pie, hay que alumbrar la noche con nuevas ideas". Etéreo programa, pero que conectó con la tradición utópica francesa y logró reunir, durante noches y noches, a miles de indignados, acogidos al calor de improvisadas fogatas y de unas no menos improvisadas críticas al sistema y propuestas de reformas. Cada noche surgía un redentor que despotricaba de tanta palabrería vana y huérfana, y levantaba el banderín de enganche de un partido nuevo que canalizara la energía de tanta indignación. Pero, por fortuna, también cada noche, la noctámbula multitud emplazada respondía negándose y diciendo "no" a los interesados en poner en marcha el tren de la acción directa. La mayoría apostaba, pues, por permanecer reflexionando, confrontándose y disfrutando de una actitud muy francesa: pensar, discutir y crear, a partir de la teoría, una nueva ilusión colectiva.

Aquellas noches se fueron desvaneciendo, pero frente a los que despectivamente, a posteriori, han aireado falta de frutos directos y concretos, quizás convenga, en este aniversario, recordarles algunas lecciones. Sobre todo, desde una perspectiva española. Primero, porque aquellos indignados franceses tuvieron la intuición de que, tras el banderín de enganche de la praxis, les aguardaba una experiencia similar a la representada, en España, por Podemos: unos señores prestos a desviar la indignación y el descontento para engrasar una maquinaria política que acabaría convertida en un partido más, al servicio de sus interesados promotores. Y, segundo, porque la mayoría de aquella gente que, sentada o de pie, transformaron la noche en día gracias a sus charlas, buscaban para sus ideas un recurrido que ningún partido monopolizara. Y aunque todavía no sea fácil establecer una influencia directa, si cabe pensar que las reflexiones expuestas en aquellas combativas noches están ahora surtiendo múltiples efectos. Quizás por ello, todos los medios franceses insisten en que estas elecciones a la Presidencia han obligado a los candidatos a descender a cuestiones políticas y sociales nunca antes abordadas. Todos los candidatos han tenido que dialogar, pues, con las voces lejanas de aquellas fogatas entonces encendidas pero todavía, un año después, no del todo apagadas.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios