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Crónica personal

Pilar / cernuda

Llegó la imputación

Habían pedido en varias ocasiones comparecer voluntariamente ante el juez, y clamaban por su inocencia aunque no encontraban excesivo eco; desde la propia dirección del PSOE se advertía que si eran imputados Chaves y Griñán, los dos últimos ex presidentes del partido, se actuaría con la misma contundencia que con otros militantes. La citación judicial para declarar como imputados ha llegado cuando falta apenas un mes para las elecciones andaluzas, en las que Susana Díaz pretende hacer borrón y cuenta nueva con el pasado, pero la imputación es cosa seria aunque tanto Chaves como Griñán insisten en que no se sienten intranquilos porque han actuado conforme a la legalidad.

El largo brazo de la Justicia ha llegado hasta ellos, acompañados por los ex consejeros Moreno, Viera y Zarrías, y hay motivos sobrados para pensar que el escándalo de los ERE va a pasar importante factura al PSOE andaluz: pocos creen que las fechorías se centraran en los cargos intermedios, por mucho que los dos ex presidentes reiteran que nada sabían de lo que ocurría con los ERE. Habrá que esperar a las declaraciones de los ahora imputados y a la reacción del juez una vez que escuche sus testimonios. Pero el asunto tiene mala pinta. Incluso para Susana Díaz, brazo derecho de Griñán.

Desde Díaz hasta el último de sus colaboradores insisten en que están deseando que todo se aclare cuanto antes y ponen cara de que se sienten absolutamente serenos respecto a lo que pueda ocurrir en las próximas semanas. Centrados en la campaña electoral, prefieren que la noticia no sea acompañada de declaraciones que provoquen titulares, réplicas y contrarréplicas, bastante cruz llevan desde que se conocieron los primeros indicios del fraude de los ERE como para echar más leña al fuego. Pero seguro que la presidenta andaluza y su entorno saben perfectamente que se ha producido lo que temían hace tiempo; se ha producido además en el peor momento, a un cuarto de hora de que se celebren unas elecciones que decidirán el futuro de Susana Díaz e incluso del PSOE nacional, que también ha dejado aparcado su debate interno, el relacionado con el liderazgo, hasta que se conozca el resultado de las elecciones andaluzas. La imputación de Chaves y Griñán, y tres de sus consejeros, afecta por tanto a la línea de flotación de los socialistas andaluces y a su Gobierno, y no vale echar balones fuera porque se trata de ex, de personas que ya no ocupan altos cargos. Lo que les ocurra no sólo les afecta directamente a ellos: también a su partido y a sus dirigentes. De momento, han provocado el debate interno sobre si Sánchez les debe obligar o no a abandonar el escaño, como ha hecho con otros imputados.

Mal día, otro más, para el PSOE.

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