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La ciudad y los días

carlos / colón

Mal camino, Moreno

MAL camino, Moreno, mal camino. Tan malo como ese anuncio con fondo de guitarreo en el que te presentas como Juanma, que te da un aire de derecha de rizos en la nuca, pulseras multicolores y rebujito. Mal camino, Moreno, has cogido al enfrentarte con tan débiles argumentos a la inteligente, astuta, oportuna, oportunista, tal vez insincera y loable -todo a la vez- decisión de Susana Díaz que ha abierto la crisis de la Junta. Tan mal camino es identificar a la derecha andaluza moderna que representas con la del flamenquito como responder al rápido y sorprendente gesto de Susana Díaz afirmando que lo que pretende es "dar una imagen de cierto centrismo ante el ascenso electoral de IU", "lavar ahora su imagen con un falso centrismo" y hacer teatro.

Mira, hijo, la estabilidad política de España radica en que el PSOE sea un partido socialdemócrata de centro izquierda y el PP un partido liberal de centro derecha. Que los políticos laven sus imágenes y las de sus partidos es algo necesario que ha procurado grandes bienes a este país. Y no con un lavado de gato, sino con el programa completo para ropa muy sucia. Suárez lavó la de falangista, Fraga la de franquista, Carrillo la de estalinista, González la de marxista, el Rey la de títere puesto por Franco. Y los cinco, con sus imágenes y sus responsabilidades o partidos bien lavados, fueron los conductores de la Transición. Lávese el PSOE de los ERE o los radicalismos de salón de Zapatero; lávese el PP de los Gürtel o los Bárcenas; y asuman ambos sus responsabilidades de gobierno o de oposición con aspiraciones y posibilidades de serlo. Ojalá que a IU también le apeteciera ponerse como los chorros del oro tras refregarse bien la roña antisistema, y tan sorprendentemente antiinstitucional en quien gobierna instituciones, que el compañero José Aguilar definió ayer con la serena capacidad de análisis que le caracteriza: "No concibe la acción institucional sino como complementaria de la lucha en la calle (de las masas, dirán ellos, aunque de masiva tiene poco), de modo que considera legítimo saltarse la legalidad en aras del interés social".

En cuanto a lo del teatro, no te equivoques. La política es también teatro, puesta en escena, oratoria, trama bien diseñada, efecto. Y Susana Díaz está demostrando ser una actriz más hábil de lo que cabía esperar. Estamos en los inicios del primer acto. Pero de momento la cosa funciona.

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