Estos días, en el Festival de Málaga, el cineasta Hugo Serra relataba en público su satisfacción por regresar a la capital de la Costa del Sol: "Málaga tiene una energía especial. Está en la calle. En la gente. Soy de Madrid, un lugar donde també?n hay mucha gente. Pero van de otra manera. Aquí la vida estalla".

Suscribo por completo las palabras de Hugo. Y las rubrico a lo largo de estos días y estas noches en la cantidad de encuentros y reencuentros que mantengo con las gentes de esta tierra. Uno de los cuales se produjo anteanoche en plena calle Alcazabilla con José Antonio Domínguez, locutor de Canal Fiesta al que también se puede ver en Canal Sur, a falta de uno, en dos programas. Por un lado, en ese programa a la manera de los vídeos de primera, donde José Antonio aporta sus mejores sonrisas. Por otro, en el único programa del Canal Fiesta que ha tenido su trasposición televisiva.

A lo que iba. José Antonio Domínguez es una buena muestra de esa energía a la que aludía Hugo Serra en su rueda de prensa sobre el documental Baratometrajes. Domínguez, natural de Benalmádena, es pura energía. Energía contagiosa. Bonhomía en estado puro. Un hombre apasionado con su trabajo. Un profesional como la copa de un pino que desde pequeño sabía que no tenía otro destino que los micrófonos, ante los que se siente en su medio, como pez en el agua.

El lunes salieron los datos del EGM, y José Antonio Domínguez se desayunó con que su programa de Canal Fiesta ha experimentado una sustanciosa subida. Energía sobre energía, imaginen el derroche de adrenalina que está descargando estos días cuando entra en la pecera. Enhorabuena. Se merece esa audiencia fiel.