Crónica del Jueves Santo Jueves Santo de memorias y esperas bajo la lluvia

El tiempo El tiempo en Sevilla para la Madrugada

PASA LA VIDA

Juan Luis Pavón

Mangueras y cabezazos

LA Policía Nacional se ha tomado su tiempo en Écija, y ha acertado. Fue inteligente aguardar a que se enterrara a las seis víctimas mortales del incendio para acometer al día siguiente la detención de quince vecinos que atacaron a los bomberos. No podía quedar impune esa barrabasada que ha visto toda España, cuyo testimonio gráfico permitía identificar con facilidad a sus autores. Con los ánimos más calmados y el dolor convertido en ritual, era más fácil disociar a los detenidos respecto a los familiares de los fallecidos. Y el cardenal Amigo allanó aún más ese camino criticando en el funeral la violencia posterior al incendio.

El domingo hubo excesiva pasividad de las fuerzas del orden para proteger a los bomberos y repeler a los agresores, que se refugiaban en el dolor colectivo de la barriada de Las Moreras para hacer ver falsamente que todos eran Fuenteovejuna. Nunca tan pocos dañaron tanto la imagen de Écija. Que paguen los desperfectos en el camión. La divulgación televisiva de las detenciones puede paliar el desaguisado y restituir el buen nombre de sus habitantes.

Los medios de información han de reflexionar sobre los errores que cometieron el pasado domingo, desde el lugar de los hechos, por dejarse llevar por el ambiente y las prisas a la hora de dar verosimilitud a cualquier testimonio sobre cómo se debe apagar un incendio dentro de una casa habitada. Se han emitido a toda España comentarios airados y trufados de ignorancia que, por la pátina de credibilidad que le otorgan los medios al divulgarlos, entran en los hogares como lecciones de la vida cotidiana sobre cómo deben ser las mangueras o dónde tienen que echar agua antes. Es muy difícil después borrar de la mentalidad colectiva esos errores de concepto. Al tardar mucho en preguntarle a quienes saben, los pusieron bajo sospecha de ser negligentes e ineficaces.

Algo ha quedado claro: a cabezazos, a pedradas y con otros hábitos del matonismo narcotraficante no se apaga el fuego ni llega antes el auxilio.

Tags

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios