AALGO tendrá el agua cuando la bendicen y algo tendrá José Tomás para que sea el único que acaba el papel y pone la reventa por las nubes. Media entrada es el concepto más habitual en los despachos de agencia desde todas las plazas, sobre todo cuando el festejo no es de Feria. También en ferias de considerable prosapia se queda mucho papel sin vender, pero llega José Tomás y no sólo lo agota sino que pone ricos a los revendedores. Lo de este domingo en Barcelona ya es el colmo, pues el madrileño se anuncia en solitario y un ciudadano ha pagado un millón largo de pesetas por dos tendidos. 6.482 euros del ala por dos localidades y en plena crisis es para creer que hay mucho ricachón suelto o que José Tomás bien vale una misa... o dos. Desde los tiempos ya lejanos de Benítez no surgió torero alguno con ese tirón taquillero que hace perder la cabeza y la cartera a tanta gente.