CONCLUYENTE, difícil hablar con más claridad. Paco Chaparro aprovechó la rueda de prensa avant match para un discurso en el que el argumento era, simple y llanamente, mejorar al Betis. No se trata de un mensaje exigente, sino de una necesidad a ojos vista. Las lesiones surgen en todos los planteles, pero quedarse sin Edu y Mark González para un puñado de meses es como si privan al Madrid de Casillas y Sergio Ramos o al Barça de Xavi y Messi. Son cuestiones semejantes y seguro que también los dos colosos se resentirían con esas ausencias, conque a ver cómo el Betis puede sobrevivir sin esos futbolistas lesionados.

Quiere decirse, por tanto, que hace bien Chaparro en pedir para la reapertura del mercado de futbolistas. Un central y un goleador es la petición de un hombre que hizo bingo cuando pidió a Mehmet Aurelio por encima de todos los nombres que circulaban. Un central que impida tantas veleidades como se producen actualmente en el área bética y un hombre arriba que no sólo sea referente, sino que haga un número de goles considerable. Quien la lleva la entiende mejor que el resto, pero es que el resto coincide con la opinión de este trianero que está logrando una regeneración del equipo que muchos creíamos como algo imposible de conseguir.

Hay quien cree, servidor entre ellos, que los refuerzos invernales arreglan poco. Entre que se orientan de dónde están, de cómo son los compañeros y el tiempo de adaptación al juego del bloque, la Liga se va y el tipo arregló poco. Por lo tanto, como está claro como el agua clara que el Betis es susceptible de mejora, lo ideal sería que el que tenga que venir venga ya. De esa forma aprovecharía el tiempo de obligada inactividad para cogerle el aire a la ciudad, al vestuario y al equipo. Sería como un periodo de adaptación hasta enero que podría adelantar los plazos y así lograr que el refuerzo sea refuerzo auténtico y no que cuaje cuando la Liga esté acabando.