Alto y claro

José Antonio Carrizosa

jacarrizosa@grupojoly.com

Del Metro y otros túneles

Sevilla, acostumbrada al todo vale, no ha puesto en su crecimiento como gran ciudad muchas expectativas

Si en el plazo de cuatro o cinco años Sevilla tiene una medio línea de Metro que una el Prado de San Sebastián y Pino Montano, que es lo mínimo que se despacha en términos de ampliación de la única que por ahora existe, recupere su fe en los milagros. Será la constatación de que lo extraordinario existe, porque lo ordinario, el pan nuestro de cada día, es que la Junta de Andalucía y el Gobierno se tiren el tema a la cabeza y no se ponga un metro de vía. El Ejecutivo andaluz no tiene entre sus prioridades inversoras darle al millón y medio largo de personas que viven en el área metropolitana de la capital de la región una red de transporte bajo tierra digna de ese nombre. Al Gobierno andaluz gastarse dinero en eso, no está San Telmo para alegrías inversoras, le da sarpullidos, por más que intente disimularlo. O, por lo menos, lo parece. Hace lo más fácil: le echa la culpa al Estado porque una obra de esta envergadura tiene que estar cofinanciada y hasta que no haya ese compromiso no consigna ni un euro en su Presupuesto. ¿Y el Gobierno central que hace? Pues también lo más fácil: le echa la culpa a la Junta y no compromete ni tan siquiera la intención hasta que la Junta haya puesto el dinero encima de la mesa.

Así llevamos ni se sabe el tiempo y, ojalá nos equivoquemos, seguiremos de forma indefinida a pesar de que el alcalde de Sevilla y el consejero de Fomento se hicieron unas fotos hace unos meses firmando un acuerdo que dejaba la pelota en el tejado de Madrid. Detrás de esta aparente comedia de enredo subyacen dos realidades que además son sintomáticas del momento que vivimos: la primera es que cualquier cosa es buena para que haya pelea entre la Junta y el Gobierno, y el Metro de Sevilla parece que sale gratis a estos efectos. Ni en unos despachos ni en otros hay demasiado interés por el asunto. Las prioridades inversoras van por otro lado. El tema se utiliza para tirárselo a la cabeza al contrario y aquí no ha pasado nada.

No ha pasado nada porque tampoco perece que Sevilla haya puesto en sus infraestructuras ni en su crecimiento como gran ciudad muchas expectativas, acostumbrada como está al todo vale. No va a haber miles de personas exigiendo en la Plaza Nueva la ampliación del Metro por la sencilla razón de que no las va a haber para nada. Sevilla, conformista y silenciosa, tiene sus propias dinámicas y ésas no pasan por exigir lo que en justicia le corresponde.

Lo del Metro es un ejemplo no menor que ayuda a explicar la situación en la que vive la ciudad, metida en un túnel al que no se le termina de ver la boca de salida.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios