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Crónica personal

pilar / cernuda

Los Miserables

NADA que ver con la obra de Victor Hugo, sino con los personajes que viven de y para hacer daño. En unos casos actúan por despecho, en otras por venganza, y a menudo sólo y exclusivamente por dinero. A menudo se les confunde con los que forman parte del capítulo mayordomo infiel, pero son mucho peores que esos personajes indiscretos con los que se han cebado grandes literatos.

Los miserables son los que hieren porque quieren herir, y recurren a cualquier bajeza para insistir en la demolición. Suelen actuar de forma inteligente: en un cúmulo de datos falsos incrustan algunos fácilmente demostrables que facilitan que se dé por buenos todos ellos, incluidos los que no tienen nada que ver con la realidad. Como las listas de Bárcenas: varias de las personas que aparecen en ellas han admitido que han cobrado las cantidades que figuran allí y corresponden a trabajos realizados para el partido; esa confirmación transforma automáticamente en creíble todo lo que allí aparece .

En los últimos días sufrimos el castigo de dos importantes miserables. Uno de ellos trata de defenderse de la Justicia dando vía libre a una serie de correos electrónicos intercambiados con Iñaki Urdangarín. Hasta ahí, la estrategia es admisible aunque indica que además de venganza a Diego Torres le gusta la amenaza, porque no envió los correos a un juez que tenía derecho a conocer cuál era el grado de implicación de Urdangarín en algunas operaciones supuestamente non sanctas de sus empresas, sino que Torres advirtió que tenía esos correos y que los haría públicos cuando considerara conveniente. Lo que evidentemente es una amenaza. Y ahora, y ese es el capítulo miserable, anuncia nueva remesa de correos de tipo personal que podrían romper el matrimonio de Urdangarín porque indicarían que ha sido infiel a su mujer. Miserable, con todas las letras.

El otro miserable es un primo de la Princesa de Asturias, abogado además, que pretende hacerse de oro al escribir un libro -del que ha filtrado ya algunos datos a medios de comunicación- sobre episodios de su vida anterior a su matrimonio con el Príncipe Felipe. Evidentemente se trata de episodios controvertidos, incómodos, en algunos casos escandalosos, que van a provocar una profunda animadversión hacia una Princesa ya de por sí bastante maltratada y que afectará también negativamente a la imagen hoy vapuleada de la Monarquía. Que sean ciertos esos episodios es lo de menos. Con seguridad algunos lo son, como también es seguro que el abogado Rocasolano ha exagerado otros, o directamente los ha inventado, para vender más ejemplares y lograr debate en los programas en los que pagan buenos dineros a los invitados.

Gentuza. Tanto los que hacen negocio mercadeando con la vida de los demás, como los que dan cancha a la basura.

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