Visto y oído

Francisco / Andrés / Gallardo

Nacimiento

UN OT sandunguero, o un Se llama copla con más focos, con Rocío Jurado en la memoria y en las referencias. No ha sido un encargo que haya nacido así como así en Canal Sur. Ha habido compromisos y recomendaciones para que se ponga en marcha este Nacidas para cantar, el debut de María Teresa Campos en la RTVA. Y por ese flanco no hay sorpresas. La otrora matinal, la madre de Terelu y de todos los corrillos y tertulias de merendolas, estaba tan despeinada como suelta por el fosforescente plató, de la mano de su sobrina televisiva, Rocío Carrasco, peripuesta y cascabelera, dentro de la emoción de estar en un proyecto con su madre como lucero. Ambas anfitrionas estaban encantadas con reencontrarse, de recuperar el tiempo de sus sanos comadreos, y de llevar de un lado para otro a las cantarinas concursantes, remedos de poderíos y vozarrones. No les fue complicado acoplarse a la mecánica simple y clonada del talent.

Nacidas para cantar es como mínimo una deuda moral que la Junta tenía pendiente con Rocío Jurado y ahí está ese programa los lunes por la noche. No viene a traer descubrimientos en el formato (eso lo damos por descontado tratándose de las noches andaluzas) y el programa que tiene al frente a Fidel Albiac, pareja de Carrasco, de Rocío Carrasco, viene a ser una continuación de la copla y de todas las lluvias de estrellas y meteoritos. La puesta en escena del espacio de Cibeles es notable, tal vez exageradamente festivalera, pero con empaque de programa carísimo para atraer a su audiencia potencial de los lunes. Más allá de los fogonazos y la retahíla de cantantes, NPC se presenta rutinario. Nos aguardan otras noches de maratones de canciones y más canciones con remate de votación eurovisiva y amigos en promoción. Nada nuevo en lo nuevo. ¿No hay nadie en Canal Sur que haya nacido para innovar?

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