EXCELENTE manera de progresar, eficaz forma de dar un paso adelante y de fortalecer una plantilla muy fuerte ya de por sí. El fichaje de Negredo por el Sevilla me parece bueno en todos los sentidos. Bueno por español, que es una ventaja indiscutible, y bueno por elevar un nivel de competencia ya muy alto en el Sevilla. Si lo que hay ya es de altísimo standing, la incorporación de un hombre que nació para hacer goles siempre debe darse como bienvenido. Y este chico Negredo bien que lo ha demostrado en el Almería, con una cifra de dianas que se ven como una auténtica hazaña, sobre todo por dónde la alcanzó.

Marcar diecinueve goles en el Almería es de un mérito incuestionable, pero es que en el curso anterior, la del debut almeriense en Primera, marcó trece. Treinta y dos goles en el Almería es como cincuenta en el Madrid o en el Barça, una barbaridad de goles, una cota que hace que la llegada del madrileño se acoja en el Sevilla con entusiasmo. Decíamos antes que ser español es un plus de atracción para un fichaje, ya que con él no caben Copas de África o intempestivos viajes allende el Atlántico para jugar un bolo de simple fin recaudatorio. Tampoco debe haber tiempo para la daptación, por lo que no es lo mismo fichar a un español reconocido que a un foráneo.

Pero es que, además, el fichaje de Negredo evidencia bien a las claras cómo el Sevilla afronta su aventura de Champions, no conformándose con lo que tiene y sabiendo palmariamente que incluso él, el Sevilla, es susceptible de mejora. Kanoute, Luis Fabiano, Kone y ahora Negredo para que Jiménez no tenga motivo alguno de queja. Por si fuera poco, ahí están Alfaro o ese Chevantón tan reacio a irse de donde no lo quieren. Bienvenido Negredo, sus goles le avalan, y enhorabuena una vez más a un Sevilla que ha hecho del crecimiento continuo filosofía de vida y que sabe que pararse es retroceder y que la cicatería tiene las patas muy cortas. Enhorabuena a Negredo y al Sevilla.