NUDO gordo en la garganta así que vaya avanzando la noche y anden recordándose ausencias que siguen y seguirán siendo dolorosas así que pase el tiempo, todo el tiempo del mundo. Noche de sensaciones encontradas para los que hemos nacido y crecido con estas creencias grabadas a fuego en lo más ignoto de nuestro arcano. Noche en la que se agolparán los recuerdos así que los villancicos se conviertan coyunturalmente en banda sonora de una vida que ya recuerda con más claridad lo de entonces que lo de ayer, como si la memoria selectiva priorizara lo que verdaderamente merece la pena. Una Nochebuena más en la que se refrescan recuerdos de una infancia y de una juventud en la que estaban de protagonistas esos seres tan queridos que esta noche faltarán a lista. Todo eso mientras los peces beben y beben y a María se le olvidase el tomate en su potaje. Una Nochebuena más, una menos.