EN Sevilla hay mucha gente con sentido de Estado. La Fundación Ecoem, presidida por Javier Sánchez Menéndez, se ha tomado en serio desde Sevilla hacer aportaciones en favor de la movilización educativa. Hoy tiene de conferenciante al célebre juez y educador de menores Emilio Calatayud. Pero lo más relevante que ha hecho Ecoem es el documento Bases para un Pacto Educativo de Estado. Establece once temas con tal espíritu integrador que busca la adhesión de todo tipo de asociaciones de padres, estudiantes, colectivos docentes, partidos políticos, sindicatos, empresarios y expertos.

La primera base es garantizar estabilidad legislativa en el sistema educativo al menos durante cuatro legistaturas (16 años). Y pactar, en la Conferencia Sectorial de Educación, los retoques en la reglamentación de las leyes. Subir en sólo 4 años el gasto educativo para ponerlo al nivel medio de los grandes países europeos. Alcanzar en 2020, en el examen PISA, la misma nota que los mejores países europeos, en lugar de estar a la cola. En el mismo plazo, bajar las tasas de abandono y fracaso escolar hasta igualarse con las de la UE.

Ítem más: planes específicos de apoyo a la escuela rural. Recursos formativos en el hogar del ciudadano más alejado de las ciudades. Garantizar la apertura de los centros escolares entre el 1 de septiembre y el 30 de junio con actividades complementarias; profesionalizar la dirección de los centros, dotar de mayor autonomía su gestión, y generalizar la cultura de evaluación y mejora, la rendición de cuentas.

Entre sus propuestas sensatas, Ecoem defiende asegurar la asignatura de Educación para la Ciudadanía y a la vez dar autonomía pedagógica a los centros para que organicen el curriculum de esta materia, así como todo lo relacionado con la formación moral y religiosa del alumnado. También aquí su propuesta de consenso revela que hay terreno para pactar un marco común que beneficie a la sociedad en su conjunto.