DIRECTO El resultado sobre la consulta de la Feria de Sevilla en directo

DERBI Sánchez Martínez, árbitro del Betis-Sevilla

El medio centro

Carlos G. Izquierdo

¿Tú también, Paquillo?

Al atleta le ha faltado denunciar al vendedor y al dueño del negocio para espantar dudas propias

SE nos cayó el mito. De repente, sin avisar y con dolor, mucho dolor. En circunstancias distintas a las del italiano Marco Pantani, afortunadamente. Fuera de la temporada atlética, lo que nos evitó obscenas imágenes de la Guardia Civil y un detenido con esposas. Apartado absolutamente de los comentarios premonitorios, lo que conllevó también que la sorpresa fuera mayor. Y la decepción, más grande.

Se nos cayó el mito en Guadix. Paquillo Fernández nunca dio positivo, pero se encontraron en su casa sustancias dopantes. Un domicilio investigado por la Guardia Civil dentro de la llamada Operación Grial, con el hilo atado al cebo de Walter Virú, uno de esos personajes que siempre se repiten en estas desgracias, pero que siempre sale a flote hasta una nueva caída. Paquillo no ha dado positivo, pero su implicación no ha llegado por una casualidad, ni siquiera por un control sorpresa.

Nadie lo podía creer. Paquillo, el chaval de Guadix, el de la técnica perfecta, el que se hubiera comido el mundo si no se hubiera encontrado con ese mundo llamado Robert Korzeniowski, amo y señor de la marcha primero, entrenador después.

Se nos cayó el mito. ¿Paquillo? No puede ser. Pero Paquillo se derrumbó y confesó. Reconoció sólo lo que no podía ocultar -las sustancias dopantes en su casa-, pero apenas dio más hilo al ovillo, lo que no deja de alimentar las sospechas. Nadie dispara a nadie si no guarda una pistola en casa. Es posible que no la use nunca, pero algún día puede tener la tentación. La culpa, obviamente, será suya, pero también del que le vendió el arma sin licencia y del dueño del negocio ilegal de pistolas. Eso es lo que le ha faltado decir a Paquillo para espantar dudas propias y empezar a dotar al deporte de una credibilidad que se pierde día a día a pasos agigantados. Casi tan grandes y tan perfectos como aquellos con los que Paquillo Fernández nos alegró tantas tardes.

Tags

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios