La ciudad y los días

Carlos Colón

ccolon@grupojoly.com

Pepe Salcedo y 'Semana Santa'

Lebrón unió al mayor número de talentos jamás unidos en una producción andaluza: Salcedo, Alcaine y García Abril

En sevillano, la noticia del galardón concedido a José Salcedo se titularía así: "El montador de Semana Santa de Juan Lebrón, Medalla de Oro de la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas de España". Porque para nosotros Pepe Salcedo es el orquestador visual de aquella película que cambió para siempre la relación entre la Semana Santa y el cine. El gran público desconoce la importancia del montaje en el cine y la de Pepe Salcedo en el montaje. Sobre el montaje baste citar a Welles: "En lo que a mi estilo y mi idea del cine se refiere, el montaje no es un elemento más; es EL ELEMENTO". Sobre Pepe baste decir que el oficio le fue enseñado por los maestros Pablo del Amo (el montador, entre otros muchos, de Saura y de dos de las mejores películas de la historia del cine español: El espíritu de la colmena y El Sur) y Pedro del Rey (a quien se debe, también entre otras obras maestras, el montaje de la considerada mejor película de la historia de nuestro cine: Viridiana). Con maestros así, y su talento, se comprende que Pepe haya ganado tres Goya y sea el montador de Borau, Díaz Yanes, Olea, Chávarri, Suárez, Gómez Pereira, Gutiérrez Aragón o todo Almodóvar, desde Pepi, Luci, Bom y otras chicas del montón hasta Julieta.

Sumando el mayor número de talentos jamás unidos en una producción andaluza, como hizo en Sevillanas y Flamenco, lo que en vez de reconocimientos y ayudas le atrajo la envidia de los mediocres y zancadillas institucionales, Lebrón llamó a Pepe Salcedo para el montaje, a José Luis Alcaine para la fotografía (¡el creador de la luz y la atmósfera de El Sur de Erice, ganador de cinco Goya!), a Gutiérrez Aragón para la dirección y a García Abril para la orquestación de las marchas procesionales grabadas en Londres por The London Philharmonic con Eric Tomlinson como ingeniero de grabación (el responsable de tonterías como Charada, de Mancini; La hija de Ryan, de Jarre; El violinista en el tejado, de Bock, o La guerra de las galaxias y En busca del Arca perdida, de Williams). Alcaine, García Abril y Gutiérrez Aragón también recibieron, en 2011, 2012 y 2014, la Medalla de Oro de la Academia. No estaba mal el equipo.

Tuve la suerte de que Juan Lebrón me sumara a ellos como guionista, lo que me ofreció el privilegio de participar en las sesiones de montaje con este gran hombre de cine y mejor persona que es Pepe Salcedo. Felicidades y un fuerte abrazo, amigo Pepe.

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