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Notas al margen

David Fernández

Perdidos

MENOS de Andalucía, la cuestión es hablar de cualquier cosa. Si es de macroeconomía, de la prima de riesgo o de las agencias de calificación, mejor, eso piensan los candidatos. Y se nota. Pero ya puestos a hablar de lo que sea y más allá del copago y del déficit, a los andaluces les gustaría saber qué opinan PSOE y PP de la deuda con Hacienda que mantienen los equipos profesionales de Primera y Segunda División, o qué harían Arenas y Griñán si pillaran a su hija de 16 años fumandogrifa en su cuarto. ¿Le darían un tirón de orejas? ¿Tratarían de convencerla por las buenas de los efectos nocivos de la marihuana? ¿Y si no hace caso, qué: la pondrían en manos de la Administración? Los políticos parecen tan alejados de la realidad que se olvidan de lo que importa al ciudadano de a pie. Ellos piensan que el electorado aún se mueve bajo promesas de autovías a ninguna parte, cuando los andaluces son conscientes de que no se puede pensar en ir al casino si no hay dinero para comprar la leche y el pan. A Felipe González le gustaba ir a pescar cuando visitaba Doñana, Aznar era más aficionado a montar a caballo y Zapatero solía correr por las marismas. ¿Qué deportes practican Arenas y Griñán? Que se sepa, el primero es partidario de jugar al escondite, y el segundo, al dominó. El líder del PP andaluz juega al despiste cuando le preguntan de dónde piensa ahorrar mil millones de euros. El segundo, es capaz de ahorcarse el seis doble para poner la partida emocionante. Por más que ahora quieran los dos parecerse a las personas normales tomando un vaso en un tabanco o cogiendo en sus brazos a un niño recién nacido, los andaluces no les hacen ni puñetero caso, hartos de un año de campaña. Sólo aquél que se reinvente y hable claro a los ciudadanos de la que nos espera tendrá alguna posibilidad de perdurar en el tiempo. Hoy están más que superados por la nueva era que les toca vivir. Cuentan los mismos chistes tantas veces que antes de acabar, el público sabe cómo termina el cuento. ¿De qué les sirve recorrerse Andalucía de Huelva a Almería si al final siempre dicen lo mismo? Según las encuestas, uno de los dos ganará el 25-M, pero hoy por hoy ambos parecen perdidos en mitad del océano. Si en lugar de imitarlos, los partidos humildes y minoritarios cambiaran de chip y pidieran el voto desde la (cruda) realidad, lo mismo obtendrían mejores resultados.

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