LOS vientos de la innovación parecen estar cambiando. El paradigma de una innovación "hecha en casa", que apostaba por innovar exclusivamente usando los recursos propios y por proteger celosamente lo desarrollado, se muestra insuficiente. El modelo de innovación abierta que, desde hace varios años propugna el Profesor de la Harvard Business School, Henry Chesbrough, comienza a sonar con fuerza.

Las razones de este cambio de paradigma hay que buscarlas en varios frentes. Por un lado, el volumen de conocimiento está creciendo de manera vertiginosa en todo el mundo. Ya no son solamente EEUU y Europa las referencias en investigación de excelencia; los países del sudeste asiático están tomando un papel muy activo y crecen deprisa. Por otro lado, el asombroso ritmo de desarrollo de las tecnologías de comunicación pone hoy todo este conocimiento a disposición del que sabe buscarlo. La página www.innocentive.com es un claro ejemplo.

Las compañías más innovadoras han descubierto que por cada uno de sus más brillantes técnicos, hay fuera centenares o miles de personas con conocimientos superiores. El reto es organizarse para acceder a este conocimiento. Y este reto tiene otra forma de expresarse: la colaboración. Ha pasado el tiempo de la empresa autista; nuestras empresas tienen que aprender a colaborar en todos los frentes y esto no es sencillo; no tenemos esta cultura.

La Plataforma 2i, viene trabajando desde hace años en esta tarea. Sus Comunidades de Prácticas ponen en contacto a empresas líderes de diferentes sectores para intercambiar experiencias en innovación. Se trata de analizar profundamente la forma en que cada una de estas empresas entiende la innovación y como la emplea para conseguir ventajas competitivas duraderas. Las empresas, a través de una reflexión interna profunda descubren sus fortalezas y sus debilidades en innovación y a través de los encuentros aprenden de las demás. El equipo de apoyo de la Plataforma les ayuda en este esfuerzo.

En la Plataforma 2i, se habla de la necesidad de aprovechar la potencia de nuestra universidad y de cómo acercarse a ella. También de la necesidad de involucrar en nuestro esfuerzo innovador a proveedores y a clientes. Y para apoyar este esfuerzo de cambio de mentalidad, la Plataforma 2i insiste en la fórmula más recomendable: sistematizar la innovación. Las empresas deben interiorizar la gestión de la innovación como un Sistema más, como las Compras o la Logística.

Una empresa que sistematiza la gestión de la innovación y se organiza para colaborar externamente, está colocando los pilares de una innovación sostenida. No se trata por tanto, de cambiar el paradigma, sino de unir lo bueno de ambos modelos, una adecuada sistemática interna y una apertura al exterior bien gestionada.

Esta nueva forma de entender el negocio obliga a cambiar algunos de los viejos hábitos y es posible que obligue también a cambiar a algunas personas de mentalidad más bien cerrada. Porque la colaboración con el exterior es muy difícil si previamente no se ha creado una cultura desde el interior. Hay que romper las fronteras internas que limitan el flujo de información valiosa entre Departamentos y potenciar de verdad el trabajo en equipos abiertos.

Desde la Plataforma 2i, por tanto, partimos siempre con la necesidad de generar una cultura de colaboración para poder innovar. Y por supuesto, confirmamos que este esfuerzo solo puede salir adelante si es liderado por la Alta Dirección; sin este requisito, no hay éxito posible. De ahí que en nuestras Comunidades de Prácticas siempre estén presentes los máximos directivos de las empresas. A ellos les corresponde guiar la nave en estos tiempos de cambio hacia un mundo abierto de nuevos conocimientos, productos y mercados.