CLARINAZO como orden para ir de la cuenta atrás que no acaba nunca a la auténtica recta final en que el horizonte se fía justo en la rampa del Salvador. Domingo de pregón y con eso está dicho todo. El pregón es el kilómetro cero para el gozo y este mediodía se cita con el atril del Maestranza el pregonero. El pregón de la Semana Santa de Sevilla se divide en tres modelos. Pregón teológico, pregón muy sevillano y el de Antonio Rodríguez Buzón. El primero suele ser pestiñazo con efecto de somnífero. El muy sevillano es una batería de ripios, lugares comunes y recortes de periódico que enardece a la concurrencia, mientras que el otro, el de Rodríguez Buzón de hace casi sesenta años en el San Fernando, es pregón de pregones con sucesión de imitadores en los que recaen los defectos y no las virtudes del vate ursaonense. Ea, pues llega el pregón, otro más.