LA Academia de las Artes Escénicas ha nacido con 27 años de retraso con respecto a su hermana, la de las Artes Cinematográficas. Ya estaba tardan do. Ahora le toca, para cumplir su función divulgadora, la creación de unos premios anuales que alcancen el prestigio y la difusión de los Goya. De entrada lo van a tener difícil porque se colarán directamente en la ventana de La 2. De La 1 nada, señores académicos.

Hasta ahí nada nuevo. Lo malo es que incluso dentro de La 2 este tipo de eventos se vivan como un cataclismo al que hay que temer porque les baja las audiencias. El próximo 26 de mayo, en menos de un mes, llegarán los Premios Max. ¿Ustedes creen que veremos promos anunciándolos semanas antes? ¿Alguna campaña instigando a caldear el ambiente? Nada de nada. La última semana de agosto llegarán los Premios Ceres desde Mérida, y ocurrirá otro tanto. Una noche de terror para los programadores pensando que la cuota de pantalla va a descender muy por debajo de su medio. Hace poco se celebraron los premios Platino. La primera cita con estos galardones sucedió en Panamá, y dio la impresión de que La 2 no sabía cómo sacarse de encima el compromiso (el evento estaba patrocinado por la FAPAE). En principio lo dieron en diferido, una sobremesa de domingo, pero muy picadito. Como si fuera un videoclip. La versión íntegra, que debían emitir, la vomitaron en la tarde del Miércoles Santo, cuando media España estaba en la calle y la otra media viendo un partido del siglo.

Acabamos de quedarnos sin ver los Premios Sant Jordi de Cinematografía, como tampoco se emitieron los Premios del Cine Europeo. Lo dicho. Dan terror a los programadores. Una verdadera lástima.