LA cultura es hoy entendida más como área de entretenimiento que como territorio del pensamiento. Si quieren repensar la actualidad judicial, política, económica, social o bélica desde la aportación que hacen artistas presentes en la agenda sevillana, les ofrezco sugerencias para cambiar el chip respecto al continuo más de lo mismo de las polémicas políticas donde prolifera mucho más entretener que hacer pensar.

El Teatro Lope de Vega, hasta el próximo sábado, es un juzgado bajo la dirección del dramaturgo Ernesto Caballero para que usted se implique en La fiesta de los jueces con la corrupción de los hechos y de las mentes.

En el Monasterio de San Clemente, sede del Centro de las Artes , está el epicentro del XIII Festival Internacional Zemos, en el que jóvenes con inquietudes, nativos digitales, se preguntan: ¿Estamos reflexionando o generando artículos reflexivos? ¿Cuesta cada vez más pensar? ¿Queremos llegar más lejos o ir más deprisa?

En Santa Inés, sesión continua de videoarte con la muestra Survideovisiones 2. Para redescubrir que otro mundo audiovisual es posible, cuando nos llenamos la retina de lo que se les ocurre a Curro González o Santiago Cirugeda.

Uno de los edificios emblemáticos del poder autonómico es el Monasterio de la Cartuja. Ahí está el Centro Andaluz de Arte Contemporáneo, que tiene una serie de exposiciones bajo el lema global de La constitución política del presente. Les recomiendo que vean Cercanías, la visión que Rogelio López Cuenca aporta sobre la representación y reinvención que se hace actualmente de la Andalucía real para convertirla en un souvenir desde la tematización que le gusta a los políticos.

Y en el Avenida Multicines puede ver el premiado documental norteamericano Inside Job, sobre los engaños que vertebran la trastienda del mercado financiero internacional. El que se apresta a merendarse a Portugal tras negarle financiación para su deuda.