NO pocos se han dado cuenta. El delegado de Seguridad, Movilidad y Fiestas Mayores, Juan Carlos Cabrera, mantiene un tono plano desde que acabó la Feria. Dicen las malas lenguas que el alcalde llegó a sentir celillos de Cabrera por los elogios que recibió tras una Semana Santa sin incidentes y una Feria espléndida. ¿Será por eso? Quién sabe. Los políticos ya se sabe el ego que tienen. Todos. Independientemente del color.
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