EN la tertulia de No es un día cualquiera en RNE abordaron el tema de los puentes festivos. De la conveniencia de desplazar a la jornada del lunes las festividades que caigan en jueves o en martes para evitar tantas jornadas de parón. Hubo opiniones para todos los gustos, aunque solamente José María Íñigo se opuso frontalmente a tanta acumulación de días rojos en el calendario. "A mí el único puente que me interesa es el de Portugalete", zanjó con ironía.

Claro que todos los participantes en la tertulia, desde Rosa María Mateo, a la que por cierto acaban de conocer la Medalla al Trabajo, hasta el filósofo Javier Sádaba, se han dedicado y se siguen dedicando a ocupaciones que les apasionan, difuminando los conceptos de ocio y labor. Como también le ocurre a la conductora del programa, Pepa Fernández, que ya prepara con ilusión la entrega del No es un día cualquiera número 1.000, que se emitirá el último fin de semana de abril, coincidiendo con la celebración de XIII Festival de Cine de Málaga. Sugiero que el 998 ó 999 se realice desde allí.

Puesto que estoy a favor de la postura de Íñigo y de todos los trabajadores vocacionales, quiero señalar mi sorpresa al comprobar cómo un equipo, el de La 2 Noticias, hizo puente, de forma que Mara Torres se despidió la noche del jueves 3 de diciembre y ya no volvió a comparecer hasta la noche del miércoles 9 de diciembre. Si partimos de que el formato es un bombón, un oasis, ese tipo de ocupación que se funde con el placer, no sé a qué vienen estos parones, justo a las puertas de nuevos paréntesis navideños. Por qué abandonar a sus fieles. En la radio esas cosas nunca pasan. En la prensa tampoco.Pues en la tele, sí.

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