EL Íbex cedió ayer un 0,51% ante las malas noticias macroeconómicas procedentes de ambos lados del Atlántico y el lastre de la banca, pero logró aferrarse a los 10.500 puntos en los últimos minutos de negociación.

La inesperada contracción de la economía de Irlanda y los datos de paro de EEUU e Italia sembraron el terreno para la segunda bajada consecutiva del Íbex, que se ha dejado un 2,4% en tan sólo dos días. Ayer se hundió un 1,9% y vivió su mayor descenso del mes.

Mientras el Dow Jones se recuperaba (+0,18%) en Nueva York del desánimo que infundió en las bolsas del planeta la Reserva Federal estadounidense (Fed) el día previo, las plazas europeas aminoraron los recortes.

Al cierre en Europa, Londres casi entró en ganancias (-0,09), mientras que Fráncfort perdió un 0,38% y París un 0,65%, lo que salvó a la madrileña de ser por segunda jornada la plaza con peor comportamiento del Viejo Continente.

Abengoa encabezó las pérdidas entre los 21 valores que acabaron en rojo en Madrid, con un retroceso del 2,43%, y Arcelormittal ocupó el segundo lugar del ránking (-1,93%), a un paso del Santander (-1,92%).

Además del retroceso del banco de Emilio Botín, otros valores bancarios experimentaron bajadas de más de un punto, como el Popular (-1,62%), el Sabadell (-1,60%) y Bankinter (-1,25%).

En el lado de las ganancias, Sacyr Vallehermoso coronó de nuevo el palmarés con un ascenso del 6,09% que le permitió distanciarse del resto del pelotón, liderado por Grifols (+1,79%), Gamesa (+1,65%), y Técnicas Reunidas (+1,13%).

Entre los pesos pesados del selectivo, Endesa ganó un 0,79% y Telefónica un 0,30%, mientras que cayeron Iberdrola (-0,25%), Gas Natural (-0,5%) y Repsol (-0,55%).

En el mercado de divisas, el euro siguió cediendo terreno al billete verde y fijó el cambio en 1,3354 dólares.