EL Íbex 35 subió ayer un 0,39% al cierre de mercado y se revalorizó un 4,3% en una semana completa en terreno positivo, marcada por la reunión de tipos del BCE, que cumplió el guión y no generó sobresaltos en los mercados.

El selectivo se aupó hasta los 9.232,8 puntos, niveles máximos desde el inicio de año, tras diferenciarse respecto al resto de principales plazas de Europa, que se decantaron por las pérdidas. Londres se dejó más de un 1% y se erigió como farolillo rojo, seguida de Francfort (-0,69%).

Sólo nueve valores del selectivo madrileño se tiñeron de rojo, con Telefónica al frente (-1,4%). Los descensos del resto de valores en negativo estuvieron por debajo de este umbral, y entre ellos figuró Repsol (-0,2%).

En el lado de las ganancias, Gamesa (+2,8%), Técnicas Reunidas (+2,6%) y Banco Sabadell (+2,5%) protagonizaron las tres mayores subidas. Merlin sumó un 2,1%, mientras que BBVA ganó un 0,9% y Banco Santander un 0,7%.

En una racha alcista de cinco sesiones consecutivas, el selectivo ha recuperado 382 enteros. En la semana, Mapfre se disparó más de un 12% y BBVA y Banco Santander alrededor de un 10%. Sólo cinco valores se adentraron en terreno negativo, con Abertis y Enagás dejándose alrededor de un 2%.

"El buen comienzo de la temporada de resultados en España está sirviendo para alargar un poco más el momento alcista que vive el selectivo", explicó el analista de XTB Javier Urones en declaraciones a Europa Press.

Tras el fuerte movimiento alcista desde mínimos, Urones prevé que la próxima semana sirva para medir las fortalezas del mercado, con el selectivo madrileño atacando la resistencia de la zona de 9.250 puntos. "Si se supera ese nivel clave se abriría la puerta a los 9.600 puntos y se reduciría el diferencial con los principales índices europeos", aseguró.

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