PARECE mentira, puro surrealismo, que la organizadora del acontecimiento se las haya ingeniado para edulcorarlo. En vez de darle lustre lo embadurna con la mediocridad de que no puedan abrillantar el espectáculo los mejores artistas del elenco. Pero no caben lamentaciones sino afrontar la cosa con el mejor talante y si el contrario llega con su opción B, pues mejor, así será menos complicado darle sopas con honda en este primer asalto. Sería como la repetición de lo que Guardiola concedió en aquella eliminatoria copera que se saldó con éxito para este mismo Sevilla que hoy afronta su primer compromiso serio del curso.

Cartel de lujo en una fecha inadecuada a causa de un calendario disparatado. Un Sevilla-Barça es siempre, desde que el fútbol es fútbol, un acontecimiento y el de esta noche no puede ser de otra manera, pero... Da la impresión de que este fútbol nuestro es manejado por un enemigo; de otra forma no se comprende cómo las cosas pueden ser como son. La Supercopa de España es de las competiciones que todavía maneja la Federación, por lo que no se comprende que esa misma Federación mande a los artistas más principales allende el charco tres días antes de la cita. Doctores tiene la propia Federación, pero insisto en que todo es un galimatías incomprensible.

Dicho lo cual y viendo, además, como ese mismo organismo ha decidido dejar impune a un club que presuntamente delinquió, las cosas van comprendiéndose. Pero vayamos a lo que esta noche va a suceder en el coliseo de Dato, un Sevilla-Barça con todas sus consecuencias como primer asalto para el primer título del curso. Hubiera sido más espectacular con lo mejor de cada casa en escena, pero es un Sevilla-Barça y eso debería bastar. Tal como se presenta este primer asalto veo al Sevilla en disposición sobrada para el triunfo y como archisabido es que quien da primero puede repetir y dar más veces, otra Supercopa puede añadirle plata a la estantería blanca.