PASA LA VIDA

La Sevilla de Rafael Álvarez Colunga

LA trágica desaparición en el mar de Rafael Álvarez Colunga marca el final de un hombre hecho a sí mismo que ha marcado con su impronta un arquetipo de las relaciones de poder en la Andalucía oficial. Cuando al presidente de la CEA no se le llama don Rafael sino el Lele, como si fuera un cantaor de los que él jaleaba, es una pista para entender el vocablo colungueo, creación de la jerga periodística a partir de su singular personalidad. Álvarez Colunga ha sido un triunfador y un referente en el juego de espejos de las relaciones sociales, que servía para reconocer y definir al prójimo en función de la proximidad o distancia hacia su figura y su estilo.

La era de Colunga es la de una clase empresarial que sintonizó muy pronto con la nueva clase política de los socialistas en el poder tras su arrolladora victoria electoral de 1982. Unos y otros vieron claro que les interesaba mutuamente llevarse bien, dejando atrás multitud de recelos históricos entre la patronal del autoritarismo y la izquierda que procedía del sindicalismo o de la clandestinidad. Colunga, primero con Borbolla y después con Chaves, fue la bisagra que escenificó el tuya-mía. Los empresarios perdieron el miedo a hacer negocios con los socialistas y el PSOE desactivaba un posible frente de contestación que diera alas al PP. Hasta entonces, era inusual contemplar tantas escenas campechanas de camaradería, incluso con una copa en la mano en las casetas de feria.

Colunga ha sido la sonrisa de una época de paz y subvenciones, de fondos europeos y exaltación del flamenco, los toros y los enganches como señas de identidad. Y la cultura del buena gente ejercida como poder fáctico con el que todo el mundo quería congeniar por lo que fuera menester. De ahí que tantos quisieran entrar en la lista de invitados de sus convidás.

Colunga ha hecho lo que ha querido y ha cumplido con sus objetivos. Ha muerto a orillas de una época nueva que va a demandar otro tipo de personajes. Porque Eel Lele es la quintaesencia de la Andalucía de los 80 y 90.

Tags

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios