EXTRAÑA a veces, demasiadas veces, la reacción del ser humano con unos comportamientos que nada tienen que ver con los deseables. Viene a colación por la forma en que reaccionaron muchos en esas redes que son más pestilentes cloacas que otra cosa. Cuando antier se supo que un futbolista había sido absuelto de la acusación de malos tratos a una antigua pareja se produjo una avalancha de filias y de fobias impresionante. Por un lado aplaudían los partidarios de ese futbolista junto a personas que se alegraban de la sentencia porque con ella se demostraba un caso de violencia de género menos. Era un motivo de alegría comprobar que la mujer denunciante no había sido maltratrada, pero lo extraño es ver la cantidad de personas que deseaban que esas agresiones hubieran existido. Y es que el ser humano tiene unas reacciones...