Crónicas Levantiscas

Juan Manuel Marqués Perales

jmmarques@diariodecadiz.com

Contra Susana

Iglesias ha errado con la moción de censura porque no estaba preparada contra Rajoy, sino contra Susana Díaz

El último artefacto mediático de Pablo Iglesias se gripa, los socios valencianos de Podemos le han pedido que retire la moción de censura debido a la falta de apoyos, a la vez que han implorado "un gesto" al nuevo PSOE de Pedro Sánchez. Joan Baldoví, el portavoz de Compromís, querría que el nuevo secretario general se comprometiese con Pablo Iglesias a tratar sobre el asunto más adelante, en septiembre, cuando fuese Sánchez quien encabezase la moción. Es muy probable que esto ocurra, y que en 2018, pasado el trance del referéndum en Cataluña, Pedro Sánchez recurra a un instrumento que en su día utilizó Felipe González, en 1980, y Antonio Hernández Mancha, en 1987. Alfredo Pérez Rubalcaba también la meditó con motivo del caso Bárcenas, pero quedó descartada.

A diferencia de las otras dos mociones de censura, ésta es la primera que protagoniza un partido que no es el más numeroso de la oposición, de ahí que esté llamada al fracaso tanto en su objetivo constitucional -también lo estaba la de González y Hernández Mancha- como en su intencionalidad política. La de Felipe fue una moción exitosa en este último aspecto, porque le permitió presentar y contrastar un programa de Gobierno, los jóvenes socialistas superaron esa alternativa y sólo dos años después llegaron a La Moncloa. La de Hernández Mancha fue un desastre, el político extremeño necesitaba un altavoz mediático para publicitarse, pero el flequillo le jugó una mala pasada, las gafas se le caían y la voz aguda resonó como una ridícula estridencia ante un González al que aún le quedaban nueve años de Gobierno.

Pablo Iglesias no presentó siquiera esta moción de censura para alzar electoralmente a Podemos, sino para destrozar un poco más al Partido Socialista que, tras la abstención en la sesión de investidura a Rajoy, volvería a incurrir en una nueva traición al dejar a Rajoy gobernar por segunda vez. Es obvio que su apuesta en estas primarias era la victoria de Susana Díaz, es a ella a quien deseaba arrinconar en el rincón del centro derecha junto a Ciudadanos y al PP. Pero ha errado, no puede chantajear a quien perdió el cargo de secretario general por no facilitar el Gobierno del PP, su moción se desmorona a pocos días de que se celebre el 39º Congreso del PSOE, que en caso de haberlo ganado Susana Díaz, estaría por completo dedicada a ella más que contra Rajoy. Iglesias estará obligado a subir al estrado con un programa de Gobierno, porque de eso se trata la moción constructiva. Provocará sonrojo.

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