La esquina

josé / aguilar

A Teresa la ningunean

ATeresa Rodríguez, la roteña candidata a presidenta de la Junta, sus compañeros de la cúpula de Podemos no se lo están poniendo precisamente fácil. Y eso que afronta unos comicios en el territorio en que sus dos adversarios de la izquierda, PSOE e IU, disfrutan de una implantación más sólida. O sea, donde la competencia es mayor.

Ya en la concentración de Madrid, esa que según sus organizadores va a marcar el principio del fin del bipartidismo corrupto (tic-tac, tic-tac...) y que quedará como un hito histórico para rememorar con orgullo ante sus hijos y nietos, no la dejaron intervenir ante la multitud pese a que el calendario electoral la ha situado como protagonista inminente de la política nacional. Allí habló hasta el apuntador, pero no Teresa Rodríguez.

Después, tras evidenciarse algunas divergencias en los posicionamientos públicos, Teresa ha tenido que plegarse a montar su campaña electoral bajo la tutela de Sergio Pascual e Íñigo Errejón -el de la beca-, dos de los más conspicuos edecanes de Pablo Iglesias. La misión de ambos no es otra que vigilar que los mensajes y el lenguaje de la candidata se adapten a la estrategia de la moderación ordenada por el Jefe para ampliar las expectativas de voto de Podemos. Teresa Rodríguez pertenece a Izquierda Anticapitalista y, como esta denominación indica, no oculta ni su adscripción ideológica ni su radicalismo. Todo lo contrario de lo que se han planteado astutamente Iglesias, Errejón y el desaparecido Monedero.

Lo que le faltaba a esta candidata andaluza en libertad vigilada era que Podemos abandonara su hábil inhibición sobre el problema territorial de España y se decantase por una solución contraria al interés de Andalucía. Bueno, pues ya ha pasado. Los cuatro líderes podémicos a punto de ser refrendados en Cataluña, País Vasco, Galicia y Baleares han escrito un artículo conjunto en el que propugnan un Estado plurinacional que acabe con el "café para todos" autonómico e implante la asimetría: comunidades nacionales históricas con todos los derechos, incluido el de separarse -¡las cuatro suyas!- y otras de segunda categoría, entre las que está Andalucía, que les parece que es poco "histórica".

Esto de la asimetría territorial no puede tragárselo Teresa Rodríguez porque ni es de izquierdas ni es anticapitalista. Y lo fundamental: perjudica a Andalucía. Urge que la candidata andaluza lo rechace.

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