Doble fondo

Roberto Pareja

Tirar del carro

La lluvia de promesas ante el 26-J llega con la desconfianza innata del cuerpo electoral, consolidada por el hartazgo ante extraños compañeros de cama, camaraderías antaño imposibles y figuras de cera que han ido reviviendo.

LA lluvia de promesas ante el 26-J ya es un hecho a mayor gloria de los respectivos caudales de votos mientras se van desplegando los paraguas del escepticismo, un imponderable más que justificado tras cinco meses tirándose los trastos a la cabeza al cabo de los cuales se han formado extraños compañeros de cama -Pedro Sánchez y Albert Rivera-, camaraderías antaño imposibles -Alberto Garzón y Pablo Iglesias- y figuras de cera que han ido adquiriendo vida -Mariano Rajoy-a medida que sus rivales se consumían en una pira de antagonismo y ambición, ese pozo que tanto y a tantos consume como un amor en vano.

Ha llegado de nuevo la hora de tirar del carro. Sobre todo en Ferraz, donde la amenaza del sorpasso lo nubla todo. La diligencia de ruedas transversales que exhibió Sánchez para procurarse la investidura se estrelló contra el muro insobornable de las matemáticas y las fobias, y se ahogó tan lejos de la orilla del poder que ni lo olió. Sus presuntos aliados naturales -Podemos- se lo pusieron desde el minuto uno tan claro como complicado, con exigencias de punto desaforado -el reparto de carteras de Iglesias- y bofetones -las alusiones a la guerra sucia contra ETA- impropios de un cortejo sano.

El afán de consenso para aunar fuerzas mientras Rajoy permanecía cruzado de brazos ha culminado en un gran fiasco con destellos de hartazgo y se ha consolidado -si cabe- en el cuerpo electoral la desconfianza innata en la capacidad de los padres de la patria para flexibilizarse y remar. Nada que ver con la pulcra Alemania, por mucho que se empeñe Rajoy -no es no le volverá a silabear al oído Sánchez-. Y poco que ver con la desastrada Venezuela, más allá del empeño en tirar del hilo de una cometa -la financiación morada bolívares mediante- que nunca despega en los tribunales.

Hay que tirar del carro. La metáfora la escenificó ayer Pablo Casado ante una estatua de Manolo Escobar, que se quedó sin carro porque se lo robaron. Sí. La memoria de los ladrones se honrará el 26-J.

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