La tribuna

Manuel Clavero Arévalo

Treinta y dos años de Rey

EL Rey don Juan Carlos I cumple setenta años, y en esa larga e intensa vida el Rey ha pasado por circunstancias muy diversas. Cuando nació, la Jefatura del Estado no era una Monarquía, tampoco era el heredero del trono en la casa de Borbón; más tarde pasa por la incertidumbre de si el general Franco va a nombrarlo sucesor a él o a otro Borbón; por fin le nombra sucesor, cuando en la línea monárquica, la sucesión le correspondía a su padre, don Juan de Borbón, situación en la que permanece hasta la muerte de Franco, ocurrida el 20 de noviembre de 1975, y, a los pocos días, las Cortes Generales le nombran Rey de España, cargo en el que continúa desde hace ya treinta y dos años. Desde luego, no acertaron los que le apodaron Juan Carlos I el Breve.

De esos treinta y dos años, quizás el 2007 haya sido el más problemático. Los principales acontecimientos ocurridos han sido la quema de fotos del Rey por grupos minoritarios radicales en Cataluña; la soez portada de El Jueves, una revista casi desconocida a la que la intervención del Fiscal le dio una notoriedad que sin ella no hubiera tenido; el debate sobre la conveniencia de la abdicación del Rey; la separación temporal de la infanta Elena con don Jaime de Marichalar; el viaje a Ceuta y Melilla, el incidente con Hugo Chávez en Santiago de Chile y el uso cada vez más frecuente de banderas republicanas en manifestaciones y lugares públicos.

Me preocupó el intento de conectar la idea de la pretendida crisis de la Transición con el cambio de la Monarquía por la República y con el deseo de que el Príncipe de Asturias, don Felipe, no llegue a reinar. Concretamente, Julio Anguita dijo en El Mundo de 28 de octubre de 2007 que estamos en un momento de oro para empezar a trabajar a favor de la tercera República porque la Transición se tambalea y está en descomposición y porque "para el hundimiento de la Transición tienes que prepararte para hablar de la construcción del nuevo Estado", y añadió: "Considero raro que Felipe reine". No comparto las declaraciones de Anguita, porque no creo que la Transición se tambalee ni que el pueblo español desee, hoy por hoy, el advenimiento de la tercera República, pues las encuestas evidencian el alto porcentaje de popularidad del Rey don Juan Carlos. El Príncipe de Asturias ha recibido una buena formación y sus continuos viajes internacionales le han dado ya una gran experiencia.

Como todos los años, en el 2007 el Rey, la Reina y el Príncipe de Asturias han realizado muchos viajes al extranjero y a las Comunidades Autónomas de España. En estos últimos ponen de relieve la unidad de España, algo que le atribuye al Rey el artículo 56 de la Constitución. Especial significación han tenido los viajes del Rey y de la Reina a Ceuta y Melilla, cuyos ciudadanos deseaban esta visita desde hace mucho tiempo, viaje no exento de problemas internacionales con Marruecos, que reaccionó desproporcionadamente por cuanto el viaje significaba la españolidad de las dos ciudades y la soberanía de España sobre las mismas. Ignoro cómo se fraguó y planteó este viaje, pero, según mis noticias, hizo subir grandemente la popularidad de los Reyes, no sólo en Ceuta y Melilla, sino en toda España, algo conveniente después de la quema de fotos del Rey y del asunto de la revista El Jueves.

En cuanto a los viajes al extranjero, el Rey visitó en solitario Alemania dos veces, Portugal, Chile, Austria, Francia, Afganistán y Kuwait. Especial relieve político diplomático y mediático tuvo la intervención del Rey en la XVII Cumbre Iberoamericana en Santiago de Chile, al mandar a callar al presidente de Venezuela, Hugo Chávez, cuando éste criticaba a Aznar y no dejaba hablar a Rodríguez Zapatero. Debo decir que me extrañó la intervención del Rey, en cuanto no me pareció propia de un monarca constitucional, pero la presidenta de la Cumbre, que era la presidenta de Chile, debió cortar el tono insultante de Hugo Chávez. También la intervención del Rey, según mis noticias, ha hecho subir grandemente su popularidad entre los españoles. En el tema de los viajes al extranjero, hay que destacar que el Príncipe de Asturias en el año 2007 ha visitado, con misiones públicas y representativas, once países, lo que constituye una excelente experiencia como sucesor de la Corona.

En este año tan especial de la Monarquía española, bueno será recordar que la legitimidad de origen del Rey don Juan Carlos no sólo le viene por la designación del general Franco, sino también por la renuncia a su favor de don Juan de Borbón y por la Constitución española de 1978, aprobada en referéndum. Junto a esta legitimidad de origen, hay que añadir la legitimidad de ejercicio, porque se podrá ser monárquico, republicano u accidentalista, pero nadie podrá negar que a la muerte de Franco fue el Rey el que marcó el rumbo de España hacia la democracia y que el 23 de febrero de 1981 su intervención fue decisiva para el fracaso del golpe de Estado del teniente coronel Tejero. Junto a ello, año tras año trabaja, dentro de sus funciones constitucionales que siempre respetó, por el bien de España. Durante el largo tiempo que lleva al frente de la Jefatura del Estado, España ha logrado la mayor estabilidad democrática y el mayor nivel económico. No es de extrañar la alta aceptación popular que, hoy por hoy, tienen el Rey y la Monarquía.

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