QUÉ señorío. La reportera de Comando de actualidad (vaya nombre más presuntuoso) parecía revivir la guerra de Bosnia, pero simplemente la chica de La 1 huía de los zambombazos de la policía para disuadir a unos aficionados xerecistas un tanto inquietos ante el partido contra el Cádiz. Un forofo con canas se empeñaba en decir a la cámara que "Cádiz era una barriada de Jerez". Esas afirmaciones suelen pronunciarse cuando no se consultan los libros de geografía o, al menos, la guía telefónica. El catetismo futbolero sirvió una vez más para estropear la imagen de Andalucía, con peleas neandertales inventadas en torno al balón y policías a caballo que recordaban los tiempos de La señora.

El programa de reportajes sobre fútbol y sensacionalismo era el postre al Tengo una pregunta para usted de Luis Aragonés. El partido televisivo del seleccionador estuvo a la altura de su juego: ciclotímico, capaz de enfadarse con cualquier tema de menor importancia y responder con frialdad diplomática, echando balones fuera, sobre algunas complicaciones como el asunto de las selecciones regionales, como la vasca.

Aragonés, o Zapatones, el apodo que prefirió, era el primer no político (por tanto no obligado a pensar en la reelección), que acudía al interrogatorio popular y por eso no se escudó en escrupulosas formas. Daba igual si lleva a Raúl o si se quiere vacunar, al seleccionador habría que haberle recomendado que no abusara del tuteo, a veces con tintes agresivos a lo Carod. A su vez, algunos de los asistentes no estuvieron a la altura dirigiéndose con unos "tús" que sonaban con ofensa, como un joven que le criticaba por no tener título de preparador físico. Una anónima tuvo la humorada de comprometerle a hacer el camino de Santiago si gana la Eurocopa. Las zapatillas se le van a quedar intactas.