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Carlos Colón

Vicki Baum en el mueble bar

LAS biografías de Zweig y las novelas Gironella, Bromfield, Van Der Meersch, Benoit, Yerbi, Slaughter, MacLean, Uris, Du Maurier o Pearl S. Buck se alineaban junto al Grand Hotel de Vicki Baum en los muebles bar con estanterías para libros y un hueco para el televisor en muchas casas que podríamos llamar no ilustradas. Testigos tengo en Nervión, Ciudad Jardín, Los Pajaritos, el Polígono o Regina del interclasista gusto por estos best sellers que en muchos casos tenían una gran calidad y siempre dignidad. Eran tiempos en los que se creía, no que un libro ayuda a triunfar, como decía el tonto eslogan televisivo, pero sí que la educación y la cultura eran bienes que ensanchaban horizontes personales.

Tradicionalmente la mayoría de estos autores han recibido malas críticas, en el caso de que los críticos se ocuparan de ellos. Vicki Baum, que lo sabía cuando en 1929 publicó su Grand Hotel que la haría famosa en todo el mundo -porque ya lo era en Alemania- y millonaria, le puso un subtítulo irónico y provocativo: Novela barata (Kolportageroman) con varios trasfondos. Lo de los varios trasfondos hacía alusión a una de las grandes novedades de Grand Hotel, que tendría larga vida en la novela y el cine: la elección de un escenario único en el que se entrecruzan varias historias. Lo de novela barata o Kolportageroman tenía más mala leche: esa palabra alemana designaba a las noveluchas sentimentales o sensacionalistas que se vendían en los quioscos.

No es que Vicki Baum, mujer inteligentísima, se tuviera por lo que no era. "Sé lo que valgo: soy una escritora de segunda, aunque, dentro de mi clase, soy de primera fila", decía de ella misma. Lo que le irritaba era el desprecio hacia la literatura popular de calidad y, lo que era aún peor, la sospecha que inmediatamente caía sobre una novela que vendiera millones de ejemplares. Por eso se vengó o se burló de los pedantes subtitulando su obra Novela barata con varios trasfondos, subtítulo que fue suprimido en todas sus traducciones.

En España fue publicada por primera vez en 1931 por ediciones Dédalo, probablemente ante la expectativa suscitada por su lujosa adaptación cinematográfica, producida ese mismo año por la Metro e interpretada por Greta Garbo, John y Lionel Barrymore, Joan Crawford y Wallace Beery. La edición que se alineó en aquellos muebles bar de los años 50 y 60 fue la publicada por Planeta en 1952. 60 años después Planeta ha vuelto a editar Grand Hotel, respetando esta vez el subtítulo de Novela barata con varios trasfondos. Una buena decisión. La literatura popular también tiene una historia que merece ser conocida.

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