MUCHO ha dado que hablar la presencia de Juan Ignacio Zoido en la cabeza de la manifestación por Marta. Mientras unos han llegado a decir que el primer edil pecó de populismo otros aventuran que lo hizo porque colgó definitivamente las puñetas. Haya colgado o no definitivamente la toga, el alcalde es libre de expresarse como le venga en ganas y la manifestación que repudiaba una sentencia tan ajustada a Derecho como ridícula era una ocasión que no admitía hacer mutis por el foro por muy juez que haya sido en un pretérito cercano. Y ahondando en la cuestión, dejando la libertad aparcada en el triste arcén de las incomprensiones, Zoido explicó a posteriori que él no se manifestó contra los jueces, sus ex compañeros y no se sabe si otra vez colegas en un futuro más o menos lejano, sino contra las leyes. Leyes, por supuesto, en las que él nada tuvo que ver, absolutamente nada.