ES verdad que al alcalde le siguen parando por la calle como a ninguno en otros tiempos. Es cierto que el otro día se llevó una ovación en un conocidísimo restaurante del Tardón. Y que recientemente en el aeropuerto de San Pablo fue vitoreado por negarse a usar el acceso VIP. Pero eso no quita que en el mismo gobierno local haya habido concejales que agacharon la cabeza en el café cuando el mismo Zoido les preguntó el pasado lunes por la fotografía espontánea y desenfadada en la que apareció jugando al tenis en la pista de la Davis. "No necesita de esas fotos". Tan ciertos los aplausos como los silencios.